POR CHRISTOPHER SHERMAN/AP
Ciudad De México

Después de azotar con lluvias fuertes los centros turísticos de Los Cabos, México, la tormenta tropical Bud avanzaba hoy sobre el Golfo de California.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que los vientos de Bud se degradaban a una velocidad de 55 kilómetros por hora (35 millas) y avanzaba a 19 km/h (12 millas) hacia el norte rumbo a territorio continental mexicano y el estado de Sonora.

La Comisión Nacional del Agua de México dijo que la tormenta tocó tierra en el estado de Baja California Sur anoche.

Su vórtice estaba a unos 315 km (195 millas) al sur-sureste de Guaymas, México. Los meteorólogos pronosticaron fuertes lluvias en el noroeste mexicano y el suroeste de Estados Unidos.

El gobernador de Baja California Sur Carlos Mendoza Davis informó que reportes preliminares indicaban que Bud no causó daños importantes. El aeropuerto de La Paz quedó cerró unas horas en la mañana de hoy debido a la poca visibilidad.

Bud sacudió violentamente las palmeras y las olas que lo acompañaron golpearon con fuerza las playas de Baja California, donde aún está fresco el recuerdo de los daños graves que causó en 2014 el huracán Odile, de categoría 3.

Con todo, primaba la sensación de alivio luego de que Bud perdió la mayor parte de su fuerza. En su momento más peligroso el martes, fue un huracán de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 210 km/h (130 millas).

Más abajo en la costa mexicana del Pacífico, los meteorólogos estaban atentos al desarrollo de una depresión tropical con vientos sostenidos de 55 km/h (35 millas) cuyo vórtice estaba estacionado a 125 km (75 millas) al sur de Acapulco.

Se esperaba que el ojo de ese meteoro toque suelo mexicano el domingo como tormenta tropical y que venga acompañado de entre 10 y 15 centímetros (4 a 6 pulgadas) de lluvias a lo largo de la costa del estado de Guerrero, donde se encuentra Acapulco.

Artículo anteriorEstos son los dos candidatos a la Presidencia de Colombia
Artículo siguienteTrump utiliza separación de familias para presionar a demócratas