Familiares de las víctimas de una masacre escuchan el reporte de una comisión investigadora de la Cámara de Representantes de Texas sobre el tiroteo en la Escuela Primaria Robb, en Uvalde, Texas. Foto La Hora: Eric Gay/AP.

 

El Departamento de Seguridad Pública de Texas anunció el lunes una investigación interna sobre las acciones de la policía estatal durante la masacre escolar en Uvalde.

La pesquisa se produce un día después de que la Cámara de Representantes del estado diera a conocer un reporte de 80 páginas en el que se revelaron fallas en todos los niveles de la policía. Los hallazgos indican que había más de 90 agentes de la policía estatal presentes en la Escuela Primaria Robb durante el ataque del 24 de mayo.

Es la primera vez que el Departamento de Seguridad Pública de Texas dice que examinará las acciones de sus propios elementos en los dos meses que han trascurrido desde el tiroteo escolar con mayor número de muertes en la historia de Texas.

El DSP señaló en un comunicado que la revisión «determinaría si ocurrieron violaciones a las políticas, leyes o doctrinas» durante la caótica respuesta al ataque en el que 19 niños y dos maestras fueron asesinados en un aula de cuarto grado. Añadió que la evaluación inició la semana pasada.

El director de la agencia, Steve McCraw, se había referido previamente a la respuesta policial a la masacre como un «rotundo fracaso». Atribuyó buena parte de la culpa al jefe de policía del distrito escolar por no irrumpir antes en el aula.

Los hallazgos de una comisión investigadora dados a conocer el domingo fueron los primeros en criticar tanto a la policía estatal como a la federal, y no sólo a las autoridades locales de la ciudad del sur de Texas, por la desconcertante falta de acción por parte de agentes fuertemente armados mientras el agresor disparaba dentro de dos aulas de cuarto grado.

Las imágenes de las cámaras corporales de los policías de la ciudad, las cuales fueron dadas a conocer horas después, únicamente enfatizaron las fallas y avivaron el enojo y la frustración de los familiares de las víctimas.

 

«Es repugnante. Repugnante», dijo Michael Brown, cuyo hijo de 9 años se encontraba en la cafetería de la escuela el día del tiroteo y logró sobrevivir. «Son unos cobardes».

Casi 400 agentes de policía se reportaron en la escuela, pero «una toma de decisiones notablemente deficiente» resultó en más de una hora de caos antes de que finalmente se confrontara y abatiera al agresor, según el reporte elaborado por una comisión investigadora de la Cámara de Representantes de Texas.

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