Por Grecia Ortíz
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La música para la profesional Verónica Cáceres, egresada del Conservatorio Nacional de Música Germán Alcántara, juega un papel muy importante en la vida, considerando que puede potenciar la inteligencia cognoscitiva, ya que para esta actividad se utilizan ambos hemisferios cerebrales y aumenta su plasticidad y por ello, con su ejemplo, busca que más niños se interesen en practicar algún instrumento musical.
Cáceres se profesionalizó sobre música en el extranjero, estudió cuatro años en el Konservatorium der Stadt Wien, en Viena Austria, es egresada de la Universidad del Valle de Guatemala y también ha recibido talleres con pianistas destacados dentro y fuera del país.
En la actualidad imparte clases de piano y en entrevista con La Hora, habla sobre los retos a los que se ha enfrentado en estos últimos años y de cómo la música influye de forma positiva en la vida de las personas.
En principio mencionó que, al estudiar un instrumento, se utilizan todos los sentidos en su plenitud y lo bello de esto es que toda la sinergia se combina con las emociones y va directo al corazón, así la persona se sentirá plena y llena en su interior.
Por esa razón, invita a los padres de familia que tengan la oportunidad y posibilidad, a que impulsen a sus hijos si estos lo desean en el aprendizaje de un instrumento musical.
EMPEZÓ A ESTUDIAR MÚSICA CUANDO TENÍA 6 AÑOS
La relación de Cáceres con la música inició a los 6 años, cuando decidió practicar piano. Estudió en el Colegio Alemán, recuerda.
“Tuve la oportunidad y el privilegio de estudiar cuatro años en el Conservatorio de Viena, Austria, lo bueno es que ya sabía el idioma, es muy difícil estudiar allí… cuando regresé me dediqué a impartir clases”, cuenta.
Luego volvió al país y decidió impartir clases, formó una familia y años después cuando su hijo decidió entrar a la universidad ella también lo hizo, específicamente a la Universidad del Valle de Guatemala para obtener una Licenciatura en Música.
“Muy joven, a los 22 años me gradué del conservatorio y hace tan solo dos años de la Licenciatura en Educación Musical, lo que me ayudó desde el punto de vista pedagógico.”, añade.
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SIENTE LA VOCACIÓN DE IMPARTIR CLASES
La entrevistada enfatiza que enseñar es su pasión, alegría y vocación.
A la vez, menciona que les ha impartido clases a varios estudiantes (unos 40), muchos de ellos han aprendido a su lado por años.
“Tengo una exalumna llamada Fátima Gerendas, quien ya se fue a estudiar desde hace cuatro años a Austria, mi vida se resume en enseñar y dar lo mejor de mí”, resalta.
Cáceres también escribió un libro que espera se pueda publicar pronto, el mismo aborda la apreciación musical y la importancia de la música académica, que precisamente es su especialidad.
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Ahora con la pandemia, las clases migraron a la web y al principio la adaptación costó un poco, pero ahora es un reto superado.
Cáceres dirige el proyecto de Sarawati, nombre que está vinculado a la diosa de la palabra, las artes, música y conocimiento en la cultura hindú.
Sus padres tuvieron un papel importante para ella en su música, pues ellos la invitaron a tocar el piano, “desde pequeña esto fue mi pasión, me decidí por la música… tuve la oportunidad de salir de Guatemala y estudiar”.
Uno de los retos más difíciles a los que se ha enfrentado, ocurrió cuando por un tiempo tuvo que detenerse por un tema de salud, pero finalmente con reposo y paciencia pudo volver a la música.
LE GUSTARÍA QUE MÁS JÓVENES SE ACERQUEN A LA MÚSICA ACADÉMICA
La entrevistada asegura que le gustaría que más jóvenes se pudieran acercar a la música académica, porque cree que esto enaltece a las personas.
“La música es importante, ya que deja algo bueno en el corazón de cada uno”, afirma.
Cáceres cree que hay varias opciones para que los jóvenes puedan acceder a un instrumento, aunque reconoce que a veces se presentan limitaciones económicas.
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Sin embargo, recalca que la música puede formar valores en las personas, “todo se puede enfocar en una enseñanza en valores”.
Su mensaje, tanto para jóvenes como para muchos de sus exalumnos, es que sigan en la música y en lo que les apasiona, ya que ésta siempre les aportará en su vida.
“Iniciar a una persona dentro de la música, especialmente a los niños, es una forma de contribuir a que la vida se perciba y viva de diferente manera, ya que a través de la interpretación musical enseño a que el estudiante se conecte con su interior, ello lo hará sentir pleno, feliz y darse cuenta, que la música estará allí para él para cualquier vicisitud de su vida”, puntualiza.
