Caracas
Agencia/dpa
La agrupación patronal venezolana Fedecámaras, que reúne a la mayoría de las empresas privadas del país, exhortó hoy al presidente Nicolás Maduro a abandonar la retórica de la «guerra económica», a la que el jefe de Estado atribuye la crisis que azota al país.
Fedecámaras también rechazó los dichos de Maduro contra el empresario Lorenzo Mendoza, dueño de Empresas Polar, la mayor productora de alimentos del país, a la que advirtió que podría ser expropiada.
Maduro calificó a Mendoza de «ladrón» y «saboteador de la economía», y le advirtió: «Si no puedes con tus empresas entrégaselas al pueblo». Mendoza replicó que hace propuestas al país y «a cambio recibo insultos».
La patronal criticó que el Gobierno venezolano dedique «esfuerzos en criminalizar al sector productivo nacional, exponiéndolo injustamente al escarnio público».
«Exhortamos al Gobierno a entender que el país saldrá adelante en el momento que logremos trabajar mancomunadamente, sector privado y sector público. El sector privado es parte de la solución y no del problema», dijo Fedecámaras.
Fedecámaras advirtió además que el país necesita levantar la producción nacional para derrotar los altos índices de inflación y escasez que los venezolanos enfrentan diariamente.
«Los países necesitan gobiernos que promuevan empresas y no que las ataquen o amenacen su existencia», señaló la entidad.
Fedecámaras dijo el país requiere de cambios «profundos» en la política de expropiaciones que el Gobierno emprendió en 2007, luego de que el entonces presidente Hugo Chávez se declarara socialista.
«La mayoría de las empresas intervenidas o estatizadas por el Gobierno se mantienen paralizadas o con mínimos niveles de productividad. En definitiva, el aumento de la participación directa del Estado en la producción y el aumento del control que el Estado ejerce sobre las actividades privadas, han traído como consecuencia la caída de la producción», remarcó.
En los primeros nueve meses de 2015 el producto interno bruto venezolano cayó un 7,1 por ciento y la inflación superó el 100 por ciento, en una crisis agravada por el desplome del precio del barril petrolero.
