Madrid
DPA

El Barcelona rescató ayer un empate 1-1 en casa del Espanyol gracias a un gol postrero del polémico Gerard Piqué, un resultado que aprovechó el Atlético de Madrid para situarse a nueve puntos del líder con su victoria 1-0 ante el Valencia.

La jornada vigesimosegunda de la Liga española de fútbol puso una pequeña incertidumbre: ¿Alguien puede disputarle el título a un Barcelona que sigue invicto? De haber algún equipo, ese es el Atlético de Madrid.

El Barcelona alcanzó los 58 puntos para sellar 22 partidos sin perder, su mejor arranque en una edición de la Liga española. Pero sufrió una enormidad.

La primera noticia del choque ante el Espanyol llegó con la alineación de Ernesto Valverde, que dejó en el banquillo a Messi por primera vez en la presente edición de la Liga. También se quedaron fuera titulares como Jordi Alba, Sergi Roberto o Ivan Rakitic.

El gol local llegó a los 66 minutos. Ter Stegen sacó mal desde su arco y Digné no actuó con la contundencia exigida. De tal forma que la pelota se fue hacia Sergio García, quien puso un espectacular centro para que Gerard Moreno cabeceara a la perfección. Fue un gol de una factura impecable que llevó el delirio a la hinchada local.

Entonces el Barcelona se fue arriba con todo a pesar de las dificultades que ofrecía el campo y logró su objetivo a ocho minutos del final en una falta enviada por Messi, ya sobre el campo, y rematada por Piqué, el jugador más odiado por la hinchada local.

El defensa azulgrana se giró a la grada y la mandó callar. Además, unas fotografías sugieren que hizo un gesto obsceno a la hinchada del Espanyol, algo que el jugador negó tras el partido.

Piqué protagonizó los últimos días al hablar de su rival como «el Espanyol de Cornellà», la localidad donde tiene su estadio el equipo blanquiazul, en lugar de aludir al «Espanyol de Barcelona», como reza en su escudo.

Tal circunstancia fue denunciada por el Espanyol al entender que hubo menosprecio y provocó la apertura de una investigación hacia Piqué.

«Decir que es de Cornellà no es una falta de respeto, es una obviedad. El Espanyol está cada vez más desarragaido de Barcelona y tiene un presidente chino. Se quejan de que diga esto y no investigan los insultos a mi familia. Mandar callar era lo mínimo que podía hacer. Lo hice por mi familia», dijo a la prensa al finalizar el choque de hoy.

El jugador negó que hiciera un gesto de «cuernos» con la mano, algo que en España se considera ofensivo. «¿Cuernos? No, no hice eso», se excusó.

Después jugó el Atlético, que venció 1-0 al Valencia gracias al espectacular gol del argentino Ángel Correa y ganó su derecho a soñar por el título de la Liga española.

La jugada decisiva del partido llegó a los 59 minutos, cuando el argentino Ángel Correa, no demasiado afortunado durante el encuentro, agarró un balón y desde fuera del área conectó un tremendo disparo de diestra que entró por la escuadra. Un gol sensacional.

Así, el Atlético se distanció en nueve puntos del Valencia. Fortaleció su segunda posición y quién sabe si añadió algo de incertidumbre a la pelea por el título.

En otro encuentro, el Girona rompió la racha de diez partidos sin perder del Athletic de Bilbao al ganar 2-0 con sendos goles del uruguayo Christian Stuani, el primero de penal.

Además, Getafe y Leganés igualaron sin goles un partido de rivalidad entre equipos del sur del Madrid que salió muy insípido.

Artículo anteriorUn penal agónico da al Tottenham un empate ante Liverpool
Artículo siguienteEl Frankfurt cae y no puede ser segundo en Alemania