El técnico de Chelsea Mauricio Pochettino tras el partido contra el Manchester United en la Liga Premier, el miércoles 6 de diciembre de 2023, en Manchester. (AP Foto/Dave Thompson)

Chelsea ha logrado lo que muy pocos creyeron que era posible: el club inglés se ha gastado 1.000 de millones de dólares en fichajes y no mejora.

De hecho, se puede argumentar que se consagró campeón de Europa hace 18 meses se ha desteñido tras un derroche sin precedentes que asombró al fútbol mundial.

Al acercarse al punto medio de la temporada de la Liga Premier, Chelsea languidece en la 12da plaza — estancado entre Wolverhampton y Brentford — tras haber finalizado en la misma posición la pasada temporada.

Así es su presente tras haber desembolsado 280 millones de dólares en el verano de 2022, 350 millones en enero de este año y más de 400 millones en la más reciente ventana de pases.

Y ahora parece que Chelsea deberá gastar algo más.

“Nuestra realidad actual es que somos un equipo de media tabla”, dijo el técnico de Chelsea Mauricio Pochettino tras la derrota 2-0 de visita a Everton que evidenció sus males crónicos. “Y si queremos repuntar, tendremos que exigirnos”.

“Cuando abra la ventana, ya se verá qué podremos hacer”, añadió el argentino.

Lo alarmante es que el reconfigurado plantel de Chelsea sigue corto en varios líneas pese a incorporar a 29 jugadores desde mayo de 2022, muchos con contratos a largo plazo para estirar la “amortización” de los costos de las fichas.

Pochettino apenas ha podido contar con un delantero con experiencia durante este curso y ese es Nicolas Jackson, un senegalés de 22 años que fue fichado tras tener una buena segunda mitad de temporada con el Villarreal de España. Jackson ha quedado a deber como definidor y ha sufrido con el peso que conlleva ser el referente goleador de un club que genera tanto bullicio mediático.

También se esperaba mucho del delantero francés Christopher Nkunku, pero no ha jugado tras sufrir una grave lesión de rodilla en la pretemporada. Y las lesiones también se han cebado con el albano Armando Broja.

Chelsea remató 16 veces ante Everton, pero apenas cuatro fueron a puerta.

En el otro extremo de la defensa, la defensa tiene como caudillo a un jugador de 39 años, el brasileño Thiago Silva, que recibió descanso ante Everton por ser el tercer partido de Chelsea en una semana.

Los centrales Axel Disasi y Benoit Badiashile llegaron procedentes del club francés Monaco este año, pero no han logrado establecerse. Reece James, el nuevo capitán, tuvo que retirarse ante Everton tras sufrir una nueva lesión y el lateral izquierdo Ben Chilwell también ha estado sin jugar por problemas físicos.

En el arco, el español Robert Sánchez ha quedado como el titular tras haber finalizado la pasada campaña como el segundo en Brighton.

El único bloque donde Chelsea luce fuerte es la sala de máquinas en el medio, aunque la dupla del argentino Enzo Fernández y el ecuatoriano Moisés Caicedo — quienes costaron alrededor de 275 millones entre los dos — juegan a las espaldas del enganche Conor Gallagher no acaban de acoplarse. Caicedo, en particular, no ha estado cerca del mismo nivel que alcanzó con Brighton la pasada temporada.

Pochettino dijo que el proyecto de Chelsea, financiado por Todd Boehly y Clearlake Capital, requiere de paciencia.

“Es un nuevo proyecto, un nuevo proyecto con muchas circunstancia en contra nuestra», dijo Pochettino. “Esa es la realidad — muchos problemas y circunstancias desde el comienzo de la temporada”.

“No es fácil construir algo nuevo. Por eso hay que evaluar lo que tenemos, ser inteligentes y tomar decisiones para poder mejorar en la segunda parte de la temporada, ser más competitivos y obtener los resultados que un club como Chelsea se merece”, agregó.

Pero los dueños no preveían campañas sucesivas fuera de la lucrativa Liga de Campeones y eso es muy posible, inclusive con Inglaterra teniendo a cinco equipos en el torneo al expandirse a 36 clubes el año próximo.

A diferencia de Tottenham, por ejemplo, Chelsea no ha capitalizado su ausencia europea esta temporada. Pochettino dispone de toda una semana para preparar los partidos, pero los resultados no llegan, con apenas cinco victorias en 16 encuentros en la liga.

Chelsea afronta un benigno calendario de fin de año, lo que podría ayudarle escalar posiciones. Sheffield United, Wolverhampton, Crystal Palace y Luton serán sus oponentes al cerrar 2023, todos por debajo de Chelsea en la clasificación.

Si Chelsea sigue muy atrás en la tabla al iniciar 2024, entonces Pochettino podría encontrarse en una situación incómoda — y el pánico se activaría en los despachos de Stamford Bridge tras una fallida estrategia de fichajes.

Artículo anteriorPersisten quejas, ahora por "remodelación" de gradas eléctricas en Aeropuerto La Aurora
Artículo siguienteEjecutivo no sabe si Giammattei ya recibió el Presupuesto 2024