En su regreso al máximo escenario, Ecuador quiere romper con la historia. Foto La Hora: AP.

En su regreso al máximo escenario, Ecuador quiere romper con la historia. Tras una ausencia de ocho años, la Tri buscará convertirse en el primer verdugo de un anfitrión de la Copa Mundial ante Qatar en el partido inaugural que se disputará el sábado en el estadio Al Bayt de Doha por el Grupo A.

«Espero que el grupo pueda trascender y hacer la mejor Copa del Mundo de la historia de nuestro país», se entusiasmó el delantero Enner Valencia, artillero histórico del seleccionado sudamericano. Ecuador tuvo su mejor participación en Alemania 2006, cuando accedió a los octavos de final. Quedó último de su zona en su primer Mundial, en Corea-Japón 2002, y en Brasil 2014 concluyó tercero en la misma instancia.

Un triunfo dejaría bien perfilada a la selección dirigida por el argentino Gustavo Alfaro en un grupo en el que se supone Holanda terminará en el primer puesto. La baja de Sadio Mané en Senegal por lesión acrecienta las posibilidades de Ecuador para asegurarse el segundo boleto a los octavos de final.

«Qatar es una selección que tiene mucho la pelota, de muy buen pie, yo creo que si también nosotros estamos bien y hacemos bien nuestro trabajo, sabemos que le podemos hacer mucho daño», analizó Valencia, que disputará su segundo Mundial tras estar presente en Brasil hace ocho años.

El dilema que enfrenta Ecuador es la sequía de goles en los cotejos preparatorios para el mundial, algo que relativizó el extremo Ángel Mena. «Estamos convencidos de que será un gran Mundial y que cada uno cumplirá con las expectativas que tiene, en este caso de poder marcar goles. En un caso mío es lo que más deseo».

El otro es el arco: Alexander Domínguez, con más partidos en la selección, o Hernán Galíndez, de mejor presente. Sin Byron Castillo, el defensor nacido en Colombia que finalmente se quedó afuera de la nómina mundialista por el trámite irregular de la nacionalidad ecuatoriana que generó una disputa con Chile y Perú, Ángelo Preciado se perfila como lateral derecho. Por la otra banda jugará Pervis Estupiñán, mientras Piero Hincapié y Félix Torres serán los zagueros.

En el medio, Moisés Caicedo, Carlos Gruezo y José Cifuentes son piezas fijas. Y en ofensiva Gonzalo Plata, Ayrton Preciado, Mena y Romario Ibarra se disputan dos puestos para acompañar a Valencia.

 

Esta es la primera vez que el torneo se escenifica en Oriente Medio y en un país árabe. El adinerado emirato de Qatar se clasificó de forma automática por su condición de anfitrión, pero ha dedicado años y muchos recursos para desarrollar un equipo competitivo. Para ello ha contado con la Academia Aspire, que contrató a directores y técnicos extranjeros — su seleccionador es el español Félix Sánchez — para descubrir y formar a los jóvenes talentos locales.

El trabajo está dando sus frutos: Qatar ganó su primer gran título en la Copa de Asia en 2019 derrotando a la favorita, Japón, en la final. Su meta es avanzar a los octavos de final, objetivo que sólo han conseguido tres selecciones árabes en la historia del torneo: Marruecos en 1986, Arabia Saudí en 1994 y Argelia hace ocho años.

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