El luchador saudita de artes marciales mixtas Abdullah al-Qahtani entrena en un gimnasio en Riyadh el 17 de agosto de 2023, antes de su pelea de peso pluma en la Liga de Luchadores Profesionales.
El luchador saudita de artes marciales mixtas Abdullah al-Qahtani entrena en un gimnasio en Riyadh el 17 de agosto de 2023, antes de su pelea de peso pluma en la Liga de Luchadores Profesionales. Foto: Fayez Nureldine / AFP.

En un gimnasio de la capital de Arabia Saudita, Riad, Abdallah al-Qahtani encadena golpes contra un compañero de entrenamientos, rodeado de una decena de otros especialistas en las Artes Marciales Mixtas (MMA).

El decorado no se parece en nada al que le espera esta semana en Nueva York, bajo las luces del Madison Square Garden, donde Al-Qahtani y otro luchador saudita defenderán los colores del reino frente a grandes nombres de su disciplina.

El MMA, que mezcla varios deportes de combate como el boxeo, la lucha o el Muay Thai, era poco conocido en la monarquía del Golfo hasta la competición regional Desert Force en 2014.

Desde entonces ganó popularidad, con un creciente número de combatientes en el Medio Oriente y la creación de una fundación saudí de MMA para apoyar a los talentos locales.

El miércoles, Abdallah al-Qahtani y Mostafa Rashed Neda, que viven en Yeda -la segunda ciudad más grande de Arabia-, participarán en Nueva York en las eliminatorias de la Profesional Fighters League (PFL), una competición referente en la que esperan obtener reconocimiento mundial.

«Pelean por obtener un reconocimiento», afirma Peter Murray, director general de la PFL, campeonato rival del célebre Ultimate Fighting Championship.

Este directivo considera que Arabia Saudita es un vivero potencial de combatientes y fans del MMA: «Pensamos que hay talento».

Abdallah al-Qahtani, conocido como ‘The Reaper’ (el segador), cree estar preparado para enfrentarse al peso pluma estadounidense David Zelner, a pesar de su limitada experiencia.

Su club deportivo, con las paredes tapizadas con dibujos de Mohammad Ali o Mike Tyson, quizás «no es el mejor» ya que carece de equipamientos de última generación, «pero cuenta con muy buenos luchadores».

LUGAR SAGRADO

Tras haber aprendido a boxear en Marruecos, donde pasó gran parte de su infancia, Abdallah al-Qahtani regresó a Arabia Saudita en 2010. Pero el MMA «no era conocido» en aquella época. No encontró ningún club en el que entrenarse habitualmente hasta 2016.

Mostafa Rashed Neda descubrió a través de YouTube las técnicas del MMA, tras haberse iniciado en el yuyitsu con su profesor de inglés.

Durante mucho tiempo promocionó la disciplina, presentándola como una forma de «combate de calle», antes de crear su propio club.

«Fue un periodo difícil, pero gracias a Dios el MMA se desarrolló mucho en estos cuatro o cinco últimos años», explica.

«Hay una gran base de fans, con un crecimiento rápido», añade Murray, que espera organizar eventos en el reino el próximo año.

«Los aficionados del MMA en el Medio Oriente y en Arabia Saudita se interesan cada vez más por este deporte», continúa. Pero los inicios del MMA en Arabia Saudita no fueron fáciles.

En 2019 la sociedad de deporte y entretenimiento Endeavor, propietaria del Ultimate Fighting Championship, devolvió una inversión de 400 millones de dólares al fondo soberano saudita para tomar distancia tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi por parte de agentes del reino.

Pero para los adeptos sauditas, la emergencia de Arabia en la escena mundial del MMA ya es inevitable y esperan demostrarlo en la prestigiosa jaula del Madison Square Garden.

«Este combate definirá mi destino, es un lugar sagrado para nosotros», afirma Abdallah al-Qahtani: «Si Dios quiere, haré que todo el mundo se sienta orgulloso y ganaré. No tengo miedo, estoy entusiasmado».

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