Por JAKE COYLE
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Penny Marshall solía ser discreta cada vez que su hermano, el difunto cineasta Garry Marshall, presumía con orgullo que su hermana fue la primera mujer en dirigir un éxito con ingresos de taquilla de 100 millones de dólares.

«No me dieron el dinero a mÍ», dijo Marshall entre risas en 2012 a The New Yorker.

Marshall, la estrella de «Laverne & Shirley» que se reinventó como la innovadora directora de comedias de Hollywood como «Big» (“Quisiera ser grande”) y «A League of Their Own» (“Su propia liga”), solía dejar que otros alardearan por ella. Marshall murió el lunes por la noche en su casa de Los Ángeles de complicaciones de diabetes, dijo Michelle Bega, una vocera de su familia. Tenía 75 años.

En «Laverne & Shirley», uno de los éxitos más grandes de la televisión estadounidense durante los ocho años que se transmitió entre 1976 y 1983, la actriz de voz nasal nacida en el Bronx hacía de Laverne DeFazio junto a Cindy Williams como un par de compañeras de cuarto ascendiendo con esfuerzo en la línea de ensamblaje de una cervecera en Milwaukee. La serie, una producción derivada de «Happy Days» (“Días felices”), fue el raro éxito de una cadena de TV sobre personajes de clase trabajadora, y su animosa canción de apertura («Dennos una oportunidad, la tomaremos / Léannos cualquier regla, la romperemos») presagió el propio camino de Marshall como una cineasta pionera en un negocio dominado por los hombres.

«Casi todo el mundo tenía una teoría sobre por qué ‘Laverne & Shirley’ despegó», escribió Marshall en su libro de memorias de 2012 «My Mother Was Nuts». “Yo pensaba que era simplemente porque Laverne y Shirley eran pobres y no había gente pobre en la TV, pero muchos de ellos estaban sentados en casa viendo TV».

Marshall dirigió varios episodios de «Laverne & Shirley», una serie que su hermano mayor, el difunto productor y director Garry Marshall, creó. Esos episodios ayudaron a lanzarla como una cineasta. Cuando Whoopi Goldberg tuvo un desacuerdo con el director Howard Zieff, trajo a Marshall para que dirigiera «Jumpin’ Jack Flash» (“Sálvese quien pueda”), una comedia de 1986 protagonizada por Goldberg.

A «Jumpin’ Jack Flash» le fue bastante bien, pero el siguiente filme de Marshall, «Big», tuvo un éxito mayor. La comedia de 1988, protagonizada por Tom Hanks, trata sobre un niño de 12 años que despierta en el cuerpo de un hombre de 30 en Nueva York. La cinta, que le mereció a Hanks una nominación al Oscar, recaudó 151 millones de dólares en la taquilla mundial, o unos 320 millones de dólares tomando en cuenta la inflación.

Marshall volvió a hacer mancuerna con Hanks para «A League of Their Own», la comedia de 1992 sobre la liga femenina profesional de béisbol creada durante la Segunda Guerra Mundial, con Geena Davis, Madonna y Rosie O’Donnell. Esta, también, superó los 100 millones de dólares al facturar 107,5 millones tan solo en Estados Unidos.

Más que cualquier otra película, «A League of Their Own» y «Big» le imprimieron un sello de Marshall a la época de finales de los 80 y principios de los 90. La escena del baile en el piano de la juguetería FAO Schwartz en «Big» se volvió emblemática. El regaño de Hanks en «A League of Their Own» «¡No se llora en el beisbol!» sigue siendo citado en campos de béisbol alrededor del mundo.

El martes, el deceso de Marshall se sintió a lo largo del cine, la televisión y la comedia. El productor de «Big», James L. Brooks, la elogió por hacer «películas que celebraron a humanos» y por haberle tendido una mano a jóvenes comediantes y guionistas. «Para muchos perdidos de nosotros ella fue, en ese momento, la jefa de club de scouts más grande del mundo».

El éxito temprano de Marshall en un campo en el que pocas mujeres emergían tan alto la convirtió en una inspiración para otras aspirantes a directoras. Ava DuVernay, cuyo filme «A Wrinkle in Time» (“Un viaje en el tiempo”) fue el primero con un presupuesto de 100 millones de dólares dirigido por una mujer de color, dijo el martes: «Gracias, Penny Marshall. Por los caminos que allanaste. Las risas que diste. Los corazones que entibiaste».

Entre «Big» y «A League of Their Own», Marshall llevó al cine el libro «Awakenings» (“Despertares”) de Oliver Sacks, con Robin Williams y Robert De Niro. El drama médico, aunque no tuvo tanto éxito en la taquilla, fue apenas el segundo filme dirigido por una mujer nominado al Oscar a la mejor película.

Carole Penny Marshall nació el 15 de octubre de 1943 en el Bronx. Su madre, Marjorie Marshall, fue profesora de danza, y su padre, Anthony, hacía películas industriales. El ingenio cáustico de su madre una gran fuente de material y dolor en las memorias de Marshall fue formativo. Una línea recordada: «Eras un aborto, pero fuiste terca y resististe».

«Esas palabras están implantadas en mi alma, por desgracia. Simplemente era así», dijo una vez Marshall. «Tuve que aprender a cierta edad lo que era el sarcasmo, ¿sabes? Cuando ella hablaba así de otra persona uno se reía, pero cuando se trataba de uno, uno no se reía tanto».

Durante sus estudios en la Universidad de Nuevo México, Marshall conoció a Michael Henry, con quien estuvo casada dos años y tuvo una hija, Tracy. Marshall se casó más adelante con el director Rob Reiner, un matrimonio que duró de 1971 a 1981. Tracy, quien adoptó el apellido de Reiner, se hizo actriz; uno de sus primeros papeles fue una breve aparición en la cinta de su madre «Jumpin’ Jack Flash». Marshall también deja a una hermana mayor, Ronny, y tres nietos.

Su hermano Garry, ya un guionista establecido, la convenció de que se mudara a Los Ángeles en 1967. Estudió actuación mientras se ganaba la vida como secretaria un papel que desempeñaría más adelante en «Happy Days».

Marshall nunca igualó los éxitos de «Big», »Awakenings» y «A League of Their Own». Su siguiente película, la comedia militar «Renaissance Man» (“Un nuevo hombre”), fracasó. Dirigió «The Preacher’s Wife» (“Como caído del cielo”, 1996) con Denzel Washington y Whitney Houston. Su último filme como directora fue «Riding in Cars With Boys» (“Los chicos de mi vida”) de 2001, con Drew Barrymore. Marshall también dirigió episodios de «According to Jim» de ABC en 2009 y de «United States of Tara» de Showtime en 2010 y 2011, así como la película hecha TV de 2010 «Women Without Men».

Marshall, una asistente regular a los partidos del equipo Lakers de Los Ángeles, dejó atrás un documental en desarrollo sobre el exastro de la NBA Dennis Rodman. Cuando el proyecto fue anunciado en el 2012, Marshall dijo que Rodman le pidió que lo hiciera.

«Tengo un pequeño radar para los locos», explicó Marshall. «Ellos me buscan».

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