Mario Alfredo Ubico Calderón
Universidad de San Carlos de Guatemala

En el año 2017 fue publicado un trabajo de este servidor titulado: “Acerca del escultor Blas Joseph Rodríguez y algunas de sus obras coloniales en Guatemala”, el cual resume el resultado de diversos análisis de obras escultóricas entre documentadas y aquellas analizadas desde la perspectiva del método Indiciario, llegando a la conclusión que entre las obras atribuibles al escultor colonial Blas Joseph Rodríguez se encuentra el Señor Sepultado de la Recolección de la Capital de Guatemala.

En los párrafos siguientes es posible leer un resumen de dicha publicación.

Al inicio del trabajo se encuentra un estudio del Señor Sepultado aludido cuya imagen guarda filiación estilística con la imagen de San Jerónimo que se encuentra en el Museo Arquidiocesano de Santiago de Guatemala, esta última efigie se cree que es el santo patrón de la ermita del barrio de San Jerónimo de la hoy Antigua Guatemala, la cual, según fray Jacinto Sánchez Corleto cura doctrinero mercedario a cargo de dicha ermita en 1723 hace ver que la talló Blas Rodríguez. Existe aún discusión en torno a cómo esta escultura pasó a la Nueva Guatemala y encontró resguardo por muchos años en la sacristía de Catedral, pero se conoce que poco después de la ruina de 1773 la ermita de San Jerónimo siguió funcionando un tiempo hasta que la despoblación del barrio hizo que ese sacro lugar fuera cerrado por las autoridades eclesiásticas, pasando las imágenes al templo de San Sebastián, al inicio con sede en el templo de San Antón y luego en el rehabilitado de San Sebastián.

En el escrito del religioso Sánchez Corleto se advierte que si se intentaba cambiar de lugar la escultura de San Jerónimo ésta debía pasar al templo jesuita, esa disposición debió ser conocida por los arzobispos Francos y Monroy así como Peñalver y Cárdenas quienes hicieron visitas pastorales a La Antigua Guatemala en los años 1786 y 1804; de tal manera que la escultura de San Jerónimo en la visita del arzobispo don Ramón Casaus y Torres de 1816 figura aún en el templo de San Sebastián, pero después de esa fecha en los sucesivos inventarios de bienes, tanto de San Sebastián como al pasar la sede parroquial al templo de la Merced hasta hoy día, no hay escultura de dicho santo.

Se cree que el aludido Arzobispo trasladó esa efigie a Catedral porque no había templo jesuita a donde enviarla, al ser expulsados dichos religiosos de los dominios de España en 1767. El traslado debió suceder en 1816 o un poco después, aunque debía acatarse la disposición del fraile Sánchez Corleto desde 1808 aproximadamente, cuando es abandonado el templo de San Jerónimo por decisión de las autoridades eclesiásticas y reunir su imaginería en la sede del templo de San Sebastián.

En el estudio de las esculturas de San Jerónimo y Señor Sepultado se comparó 16 rasgos escultóricos existiendo coincidencia en la mayoría de ellos, lo que permite según el método Indiciario una filiación consistente con el escultor Rodríguez.

El trabajo prosigue con las imágenes del Señor Sepultado de la Recolección y S. San José del Calvario capitalino, esta última imagen perteneció al antiguo templo de Los Remedios y fue trasladada a la Nueva Guatemala. En la sede del Calvario fueron reunidas imágenes de varios templos de la arruinada Capital del Reino. La comparación de estas esculturas, principalmente en detalles del rostro, manos y pies; nuevamente establece una filiación consistente, es decir es el mismo escultor quien las talló mediando posiblemente poco tiempo entre una y otra.

Prosigue una comparación entre la escultura de San José antes mencionada con la de San Jerónimo que con anterioridad fue comparada con la del Señor Sepultado, de tal manera que se comprueba la relación estrecha en muchos detalles escultóricos en la ejecución de estas obras.

En seguida con documentación histórica procedente del Archivo histórico Arquidiocesano “Francisco de Paula García Peláez” se demuestra que las esculturas de Virgen de Dolores, Santa María Magdalena y San Juan Evangelista que acompañan al Cristo Negro de Esquipulas son obras de Blas Rodríguez, aspecto que permite relacionar estas obras con las anteriores. Dicho sea de paso desde años antes, en 2007 este servidor publicó un estudio de la imagen de Santa Gertrudis titulado: “Datos históricos de la escultura de Santa Gertrudis del templo La Recolección, Guatemala” donde por medios documentales fue posible conocer que esa escultura fue mandada a tallar por el obispo Juan Bautista Álvarez de Toledo, fue esculpida por Blas Rodríguez y encarnada por Manuel del Corral.

El trabajo continúa con otro aporte, esta vez se compara las imágenes del Señor Sepultado de La Recolección y la del Cristo Flagelado del Calvario de la Ciudad Capital, estas obras tienen al igual que las otras, sorprendentes similitudes de muchos detalles escultóricos que las vinculan entre sí, al grado que por ejemplo la talladura de las venas de ambas esculturas es prácticamente igual.

Finaliza el trabajo con una descripción del derrotero profesional del escultor Blas Rodríguez, quien desarrolló su mayor actividad en Santiago Capital del Reino de Guatemala, tallando allí las siguientes imágenes, aunque sin duda esculpió más: Santa Gertrudis, Señor San José, Señor Sepultado, Cristo de la Columna, luego partió a Esquipulas y allí talló el conjunto escultórico de Virgen de Dolores, Santa María Magdalena y San Juan Evangelista que se encuentran junto al Cristo Crucificado, pasando al poco tiempo a El Salvador específicamente al pueblo de Tejutla, aunque en el cercano Santa Ana se cree que talló una réplica del Cristo de la Columna.

A Blas Rodríguez se le designa como “indio” y fue un escultor de gran talento que para cuando escribe el religioso Sánchez Corleto acerca de él lo señala como “escultor famoso”, es decir que era conocido por sus contemporáneos debido a sus obras las cuales eran variadas y de gran belleza. Hacia el año 1761 o 1762 muere en Tejutla El Salvador. No se conoce de momento más información de la vida de este notable artífice cuyas obras constituyen notables ejemplos de la escuela escultórica guatemalteca.

El método Indiciario usado en esta oportunidad permitió una vía diferente para establecer la vinculación de imágenes y por ende de un escultor, se espera que algún pueda aparecer más datos de esta y otras esculturas, sin embargo, ese es el reto: hallar algún día nueva información.

*Portada de la publicación titulada ACERCA DEL ESCULTOR BLAS JOSEPH RODRÍGUEZ Y ALGUNAS DE SUS OBRAS COLONIALES EN GUATEMALA, de Mario Alfredo Ubico Calderón impreso en 2017; allí se encuentra el estudio que atribuye a Blas Rodríguez la autoría de la imagen del Señor Sepultado de la Recolección.

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