Carlos René García Escobar
Antropólogo y escritor

Soy del criterio de que se debe salvaguardar y visibilizar la oralidad y la tradición oral en Guatemala a través de procesos de investigación, fomento y difusión, contribuyendo con ello a la consolidación de una convivencia armónica en tiempos de paz, mutuamente enriquecedora, entre pueblos y sus culturas diferenciadas que conforman el Estado Nacional.

Para ello, en mi opinión se deben cumplir los siguientes objetivos específicos:

1. Investigar las expresiones de oralidad y la tradición oral en Guatemala: hechos narrativos, líricos y dramáticos (mitos, leyendas, cuentos, historias orales – coplas, recitaciones, canciones, corridos, paremiologías como refranes, dichos, sentencias, frases hechas y frases por hacer, chistes– loas y desafíos) realizando un registro de los portadores de esta expresión del patrimonio cultural intangible.

2. Fomentar la oralidad y la tradición oral en Guatemala realizando un encuentro nacional de los portadores de esta expresión del patrimonio cultural intangible.

3. Difundir entre pueblos y culturas de Guatemala las expresiones de la oralidad y tradición oral por el conducto de la producción y divulgación de material audiovisual.

La oralidad es una instancia de transmisión oral del conocimiento que una generación le prodiga a la siguiente mediante elementos técnicos como la relación del mito, la leyenda, el cuento y las historias locales, los que en su contenido se refieren a hechos acaecidos en pasados remotos perdidos en el tiempo y que han adquirido calidad de anonimato. Estos se han venido transmitiendo por la vía oral y han conformado tradiciones que a su vez se constituyen como pivotes de identidad cultural en comunidades y pueblos.

Por la anterior razón, estos hechos culturales orales se han mantenido en la memoria de los pueblos y actualmente corren el riesgo de desaparecer debido a las avanzadas técnicas de la comunicación mediática y a la penetración de valores que corresponden a otras culturas fuera de las propias.

Un estudio y su análisis de estos elementos culturales se hace necesario con el objeto de conocer las características y contenidos de la oralidad que se transmite cotidianamente todavía al interior de los pueblos y comunidades guatemaltecos para propiciar su conservación y difusión.

Con esto se logra conocer identidades propias, formas de ser, de decir y de comportarse al interior de las comunidades, lo cual implica conocer finalmente las formas de ser del guatemalteco. Por lo que su investigación, fomento y difusión por los medios tecnológicos al alcance, resultan un procedimiento invaluable para la contribución del conocimiento de la cultura oral como patrimonio intangible de los guatemaltecos.

Una de las innovaciones más importantes de las políticas públicas es la dotación de la dimensión cultural al desarrollo humano sostenible. La cultura se ha reconocido como un motor de desarrollo humano y como una herramienta de lucha contra la pobreza y la exclusión social. Es un vehículo de intercambio y reconocimiento mutuo entre sociedades, partiendo de relaciones de igualdad. El factor cultural es un medio para alcanzar la paz, la democratización de las sociedades y el desarrollo de los pueblos.

Las políticas culturales generales que tienen relación con un proyecto serían así:

­ “El fomento de la investigación social, cultural, jurídica, lingüística, histórica y arqueológica; la divulgación de sus resultados; y la incorporación de resultados pertinentes en el sistema educativo”.

­ “Protección y conservación del patrimonio cultural y natural, el cual constituye una riqueza y fuente de identidad para la nación. Constituye un aliciente fundamental para la creación. Es fuente inagotable de enriquecimiento espiritual. De su investigación, conservación y puesta en función social, deben derivarse beneficios para mejorar la calidad de vida de las comunidades locales y, en general, de la población”.

Guatemala es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe. Su población está conformada por mayas, xincas, garífunas, ladinos, mestizos y otros ciudadanos de ascendencia diversa. Los mayas y los xincas tienen orígenes prehispánicos. En el área maya se localizan 21 comunidades lingüísticas donde se vive y recrea su cultura. Asentados en el suroriente del país, los xincas cuentan con cultura propia. El idioma xinca está en una situación de debilitamiento, pero sus generaciones jóvenes han iniciado un proceso de estudio y recuperación.

Los garífunas (o garinagu) son descendientes de una población afrocaribeña que se desarrolló en la isla de San Vicente, en las Antillas Menores. Habitan en Izabal desde principios del siglo XIX, después de haber emigrado de la isla a la costa atlántica de Centroamérica. Su idioma garífuna, refleja su historia cultural. La población ladina es heterogénea. Habla español e inglés y cuenta con una cultura de origen predominantemente ibérico matizada con elementos de origen indígena.

También hay grupos de guatemaltecos, cuyos antepasados emigraron de otros países europeos o asiáticos. Los guatemaltecos de ascendencia china son un ejemplo. Cada una de las culturas mencionadas es el sustento y fundamento de la identidad y autoestima de las comunidades que la conforman y juntas construyen la identidad plural de Guatemala.

Las autoridades responsables de promover el desarrollo cultural de Guatemala impulsan con vigor el proyecto a causa de los efectos negativos de la transculturación que produce la globalización, la que, como se sabe, va más allá de lo económico y comercial. No hay duda de que la globalización de las comunicaciones y la información, aún con sus bondades, alteran valores de orden cultural, dados sus efectos homogeneizadores en lo cultural y en aspectos relacionados con el sector social y tecnológico. Estas influencias reales son, en la actualidad, tema de reflexión, por lo que a través de un proyecto así se muestra un vivo interés por rescatar y divulgar expresiones culturales orales de creación popular.

Internacionalmente se sabe que se han desarrollado investigaciones específicas a niveles nacionales sobre la oralidad de los pueblos. Algunos países de América Latina han realizado encuentros de contadores de historias a nivel de localidades (estados, provincias, etc.) Ejemplos son: México, Cuba, Colombia, Panamá, Ecuador, y algunos otros.

En Guatemala aún no se ha realizado a nivel nacional un encuentro de esta naturaleza. (Aunque ha habido algunas realizaciones a nivel local departamental). Se sabe de su ejecución en departamentos como El Progreso, Totonicapán, y algunos otros.

La Población estimada que sería beneficiada por el proyecto: Población maya guatemalteca (alrededor de siete millones de habitantes) garífuna y mestiza-ladina (alrededor de 4 millones), que se divide en dos grandes líneas: población estudiantil, juvenil e infantil; y la población adulta. Esta población en general recibirá los beneficios a partir de la educación nacional dividida entre establecimientos educativos públicos y privados, más, en otro orden, el público radioyente y televidente. En conclusión, se estima una población beneficiada de más de diez millones de habitantes.

Un proyecto así contribuirá a:

1. Crear un fuerte sentido de identidad entre los pueblos y las culturas diferenciadas que conforman el Estado Nacional.
2. A través del estímulo de las manifestaciones del espíritu, creará vínculos para la convivencia pacífica, en un contexto de diversidad cultural para la promoción del desarrollo humano integral y sostenible (o sea tender un puente hacia el conocimiento mutuo y los valores comunes.)
3. Una vía imprescindible de inversión en capital humano que favorezca el análisis y la reflexión sobre las experiencias que contenga la tradición oral y la oralidad en Guatemala, que a su vez contribuyan al progreso social e intelectual de su entorno.
4. Un espacio de encuentro y de diálogo, apoyando experiencias de la tradición oral y oralidad en Guatemala de pasados remotos y contemporáneos, siendo un referente para la vida cultural guatemalteca.
5. Se formarán alianzas entre el sector público y privado, desde el marco del diálogo, la institucionalidad del Estado representado por el Ministerio de Cultura y Deportes, de manera conjunta con la sociedad civil organizada y representada por la Academia de las Lenguas Mayas, impulsando la investigación, rescate y formación de la tradición oral y oralidad en Guatemala. La generalización de los beneficios de tal proyecto, los cuales serán difundidos por el Ministerio de Educación, TV Maya, Canal Antigua, Radio Faro Cultural, Radio Universidad de San Carlos y Radio TGW redundando en una descentralización de los ámbitos de impacto del proyecto.
6. Encontrar nuevas oralidades que correspondan a la historia contemporánea del país.

Por lo cual se plantean las siguientes actividades:

*Capacitación pertinente y adecuada a investigadores de campo.
*Investigación exhaustiva para el encuentro y rescate de portadores de oralidad (contadores de historias, casos, mitos, leyendas, cuentos y recitadores de versos –coplas, corridos, frases paremiológicas–) provenientes de distintas culturas e idiomas.
*Convocando a un Primer Encuentro de oralidad en donde confluyan narradores y recitadores populares.
*Documentación filmográfica, fonográfica y literaria de los personajes convocados.
*Selección, clasificación, estudio y traducción del material obtenido.
* Producción de discos compactos y de video en los que se presentarán las historias y versos populares en los principales idiomas de las culturas: Quiché, Mam, Cachiquel, Quekchí, Xinca, Garífuna y Español, para difundirlos a la población arriba estimada.
*Entrega del material a las instancias de comunicación: medios televisivos, radiales, instituciones del Estado y privados.
*Evaluación posterior por medio de un sondeo de impacto.

Con una temporalidad de ejecución del proyecto: un año a partir de la ubicación del monto necesario para ello.


PRESENTACIÓN
LA TRADICIÓN ORAL EN GUATEMALA

Según el académico Mario Roberto Morales, en su trabajo “Oralidad, literatura y ‘oralitura’”, no hay literatura sin oralidad, al menos si nos atenemos, enfatiza, en los orígenes de esa actividad artística. En esa dirección, cobra sentido el texto que nos ofrece el antropólogo, Carlos René García Escobar, en la medida que contribuye a comprender el valor y el interés en nuestro contexto particular guatemalteco esa rica tradición oral.

Escobar, al tiempo que nos advierte del riesgo de la desaparición de esas expresiones por las nuevas técnicas de comunicación y la penetración de valores que corresponden a otras culturas, invita a los lectores al estudio y análisis de esos elementos culturales. Y va más allá todavía, al trazar una especie de hoja de ruta para lograr conocer las identidades propias y las formas de ser, decir y comportarse de las comunidades.

El Suplemento presenta, asimismo, la reseña cinematográfica de la película argentina, La reconstrucción, firmada por la escritora y docente universitaria, Karla Olascoaga. En ella, la escritora rescata el valor de la propuesta artística y subraya la diferencia con respecto al cine de otras latitudes, por ejemplo, el estadounidense.

“Mal acostumbrados (o entrenados por default), dice Olascoaga, a la acción descarnada, violenta y acelerada de la cinematografía norteamericana con la que aún nos bombardean, un filme como La reconstrucción se percibe como un reto, en muchos sentidos”.

Finalizamos nuestra entrega con dos textos que serán de su interés. El primero corresponde a la respuesta que el sabio francés, Pedro Abelardo, envía a su amada Eloísa (ver nuestra edición anterior). El segundo, el examen que nuestro colaborador, Miguel Flores, realiza al proyecto Arte en las calles.

Como siempre, deseamos muchas bendiciones para usted. Hasta la próxima.

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