Dennis Orlando Escobar Galicia
Periodista, escritor y editor

Estudiantes de la Escuela Superior de Arte (ESArte) de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) pintaron el mural «La historia del arte más humano: la medicina» en el interior de uno de los edificios de la Facultad de Ciencias Médicas de dicha universidad, la única estatal de dicho país centroamericano y la cuarta fundada en Latinoamérica.

Los más de setenta jóvenes (mujeres y hombres) de artes visuales de la ESArte, dirigidos por el maestro Maugdo Vásquez López y su asistente, José Leonel Estrada Miranda, trabajaron durante aproximadamente tres meses ad honorem, recibiendo a cambio únicamente experiencia y créditos académicos como parte de su formación profesional.

Vale mencionar que estos mismos jóvenes y el maestro Vásquez son los que en los últimos años han realizado diferentes murales en distintos edificios de la Usac, entre ellos el mural «Ideal, sacrificio y justicia» en la Escuela de Ciencias Políticas y el mural «Ciencia y humanidad» en la Facultad de Ingeniería. Estos murales tienen el objetivo de expresar pictóricamente la memoria histórica, a fin de que las nuevas generaciones conozcan su pasado.

José Estrada, próximo a graduarse de licenciado en Artes Visuales, al ser captado en un andamio cuando desarrollaba una expresión pictórica, expresó que los alumnos de ESArte se están perfeccionando y a la vez promocionando para que el muralismo artístico y de contenido ideológico sea una expresión cultural de la Universidad de San Carlos y también de toda Guatemala.

El nuevo mural se encuentra en el edificio C de la Facultad de Ciencias Médicas, ahora ubicada en el Centro Universitario Metropolitano (CUM), en la zona 11 de Ciudad de Guatemala. Se conforma de varias partes, todas relacionadas con la historia mundial de la medicina y específicamente con la de Guatemala.

La obra artística empieza con el ícono del parto, de la fecundidad, de la vida, de la sanación, del curandero. Todo en su conjunto refleja la medicina ancestral de los pueblos mayas; continúa con imágenes de los precursores de la medicina griega y la romana: Galeno, Avicena e Hipócrates.

En otra parte destaca el médico suizo conocido como Paracelso (1493-1541) que con artes extraordinarias curó lepra y otras enfermedades contagiosas del cuerpo. También fue el iniciador de la concepción química del tratamiento medicamentoso.

Otra imagen destacada es la de la primera cátedra de medicina impartida en las aulas de la Escuela de Medicina de la Universidad de San Carlos, cuando ésta se encontraba en la Ciudad de Antigua Guatemala, hace más de 300 años.

En el mural sobresalen destacados científicos mundiales de las ciencias médicas, tales como Janssen, Harvey, Théophile René Hyacintle, Leopold Auenbrugger, Robert Hooke, Gregor Mendel, Marie Curie, Wilhelm Conrad y Alexander Fleming. Todos ellos forman parte de la galería de doctos que han puesto sus conocimientos y descubrimientos al servicio de la salud de la humanidad.

También sobresale una pintura en la que aparecen tres eminentes médicos científicos guatemaltecos: Carlos Martínez Durán, el dos veces Rector Magnífico de la Usac (1906-1974); Rodolfo Robles Valverde (1878-1939), descubridor de la oncocercosis; y de Aldo Castañeda Heuberger (1930), pionero mundial en el tratamiento de la enfermedad cardiaca congénita.

A decir verdad este destacado mural puede utilizarse como recurso didáctico para que un profesor, al centro del edificio, sobre la plaza, imparta una cátedra sobre la historia de la medicina; con apuntador digital en mano puede ir señalando períodos y personajes importantes de las ciencias médicas, tanto mundiales como nacionales.

El maestro Maugdo Vásquez otorga todo el crédito a los jóvenes estudiantes, a quienes califica como “una nueva generación y una nueva esperanza para las artes visuales de Guatemala”. Sus nombres aparecen en las estelas mayas que flanquean la parte del mural relacionada con la medicina de dicha civilización ancestral.

Artículo anteriorAlegoría de la regencia de Ana de Austria
Artículo siguienteHonduras, traición a la estética electoral