Por Fernando Mollinedo

En la entrega anterior se hizo una introducción sobre las funciones del dinero como elemento de cambio. Ahora se abordará un período específico de la historia del país y los procesos que en él se desarrollaron alrededor de la moneda.

Época de la conquista
La consolidación de la conquista española introdujo usos y hábitos para el intercambio comercial interno y externo y teniendo los peninsulares la costumbre del uso de la moneda metálica, sus autoridades autorizaron el uso de monedas para sus operaciones comerciales y otros fines.

Producto de la invasión española, se desarrollaron en Guatemala los fenómenos económicos y sociales que entre otros, se describen a continuación: esclavitud, repartimientos y encomiendas, conservación de ciertas organizaciones políticas prehispánicas con fines económicos, nuevas leyes económicas, aparecimiento de los artesanos, el comercio marítimo, la Real Hacienda con sus tributos, impuestos, diezmos, administración fiscal, ordenanzas y aranceles, concentraciones demográficas de la población, el mestizaje y otros.

El reino de Guatemala no fue de mayor importancia económica para la corona, debido a que no representó un flujo comercial de explotación minera; la mayoría de productos exportados fueron de orden agrícola (añil y grana) y madera. Algunos historiadores ubican los sitios de las minas de plata en Petapa, Chinautla y Cuajiniquilapa (Barberena) Petén, Verapaz, Utatlán, Atitlán, Nebaj, Joyabaj, San Juan y San Pedro Sacatepéquez, Sacapulas, Sumpango y Copán.

En todas las actividades señaladas, de hecho hubo intercambio de valores comerciales en sus diferentes modalidades, por lo que el oro de minas y la plata acuñada por los españoles, fue la moneda más preciada aunque no la más corriente por la falta de moneda metálica, circunstancia que se prolongó desde la conquista hasta varios años después de la vida independiente.

El oro que fue para los aborígenes una mercancía con valor similar a las telas de algodón y las plumas de quetzal, se tornó de improviso en la mercancía de más valor representativo, así mismo la plata; sin embargo, éstos, seguían usando sus valores comerciales como moneda, por lo que el Cabildo en fecha 19 de febrero de 1529 mandó a los artesanos «recibir la moneda corriente de la tierra, como es ropa, cacao, plumas y otras cosas de valor, so pena de perder el trabajo y cierta cantidad de pesos en oro».

La moneda pre colombina o prehispánica en Mesoamérica estuvo clasificada en: popular: el cacao; y la moneda cara: plumas de quetzal, mantas de algodón, jade y granitos de oro.

El régimen monetario español tuvo como base unitaria El Real, que era una moneda de plata y cobre datada de 1369 y se dividía en 34 maravedíes; en 1497 se crearon monedas denominadas «pesos duros» los cuales principiaron a circular en Guatemala en el año 1773.

En el Virreinato de la Nueva España (que de hecho se consideraba dueño de Guatemala) no se tenía un sistema monetario propio y siendo muy complejo el uso del oro en polvo, los negociantes resolvieron mandar a fundir ese oro en pequeños discos, en los cuales marcaban los respectivos pesos. Se encontraron documentos que detallan la asignación del valor en uso en dicha época, siendo un real (12 centavos y medio) equivalió a 200 cacaos. Por orden virreinal en el año 1555 se fijó en 140 granos el valor de un real español; en 1575 el precio del cacao varió y fue elevado a 100 granos y al final del siglo su cotización fue de 80 a 100 granos por un real.

Entre los aspectos más interesantes de la historia monetaria en Guatemala, está lo relativo a su desenvolvimiento institucional, que arranca desde la Casa de la Fundición en 1543, es decir, en los inicios de la vida colonial, fortalecida en 1731 cuando se estableció por cédula real la Casa de la Moneda que empieza a funcionar en 1733.

En un catálogo monetario editado por la Lonja del Almidón en Madrid en 1936, aparece una moneda denominada «macuquina» del valor de 2 reales acuñada en el año 1602. Así mismo en el catálogo de J. Schulman, de Amsterdam, editado en el año 1906 aparece una moneda denominada «macaco» del valor de 8 reales fechada 1697 y clasificada como moneda de Guatemala.

En 1730 por disposición real, el equipo de fabricación de la casa de la moneda en México fue vendido a Guatemala quien la pagó a precio de pesos oro; sin embargo, dicho equipo de hecho ya era considerado chatarra. España persiguió homologar el valor de las monedas en América y por medio de cédula del 20 de enero de 1773, ordenó que las casas de moneda de Santa Fe de Bogotá, Perú y Guatemala acuñaran gran cantidad de monedas de 2 reales, 1 y ½ real.

En real cédula de fecha 14 de mayo de 1751 se mandó que se labrara en la Casa de la Moneda de Guatemala, moneda circular semejante a la que venía siendo acuñada en México pues el macaco ofrecía un gran margen de fraude por cercenamiento. En 1,758 se bendijo el inmueble de la Casa de la Moneda en la nueva capital, se instaló en lo que hoy es un estacionamiento de vehículos ubicado en la 6ª. calle entre 4ª. y 5ª. avenidas de la zona 1.

Después de los terremotos de 1773, se contabilizaron más de 8,000 marcos de plata listos para la acuñación, los cuales fueron transportados con las prensas para acuñar, desde la antigua capital con gran sacrificio.

En marzo de 1789 por orden real se mandó a labrar moneda de «cuartillo» para que sustituyera a la «macuquina», con el objeto de mejorar o facilitar el comercio y para «el cómodo uso de esos vasallos». Con tal propósito enviaron vía La Habana con destino a la Casa de la Moneda en Guatemala, tres troqueles «con las matrices de dos Castillos y dos Leones» más unas grafilas y dos muestras de plata y ocho de estaño, todo para acuñar las nuevas monedas de cuartillos.

Existe en el Archivo General de Centroamérica un documento muy importante evacuado por la Casa Real de Moneda de Guatemala en julio de 1798, sobre la propuesta hecha al rey de España para acuñar en las Indias – en este caso Guatemala – monedas menudas de cobre es decir, menudas en cuanto a su valor de cambio.


Fernando Mollinedo Castillo (1949) Periodista, excatedrático universitario, estudió Leyes en Usac e Historia en UFM, investigador de Historia de Guatemala y fundador de la página web Guatehistoria.com Publica investigaciones de Historia en «La Hora» desde hace 20 años.

Producto de la invasión española, se desarrolló en Guatemala la esclavitud, los repartimientos y encomiendas, el comercio marítimo, la Real Hacienda con sus tributos, impuestos y diezmos…

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