CELSO LARA FIGUEROA

Cuando Miguel Ángel, recibió el premio Nobel de Literatura en el año de 1967 fue un gran acontecimiento mundial, en Guatemala lamentablemente por la guerra que se vivía y que el sistema oligárquico manejaba como en la actualidad, no le dieron y acallaron al pueblo porque según el sistema oligárquico, Asturias era comunista, palabra esta última que aún mantiene el fantasma para callar a todos aquellos que deseamos ver una Guatemala libre y con una identidad donde la cultura y la educación sean ya un porvenir del guatemalteco.

Es por eso que nuestro gran premio Nobel de literatura no es conocido por gran parte de la población. Muchos lo conocen pero no lo han leído, Asturias es un gran poeta tal como lo podemos ver en su libro “Cien de Alondra” que la Editorial Cultura se ha negado en publicar, así como todo su magna obra que en el mundo es muy aceptada y leída como uno de los grandes de la literatura universal.

Volviendo al tema que nos interesa hoy que es la crítica que recibió nuestro gran premio Nobel y que ha sido injusta debido a un grupo de celebres escritores como Carlos Fuentes que salieron en defensa de Gabriel García Márquez que fue criticado por Miguel Ángel porque decía Asturias que el célebre libro de García Márquez era un plagio. Desde ese momento la crítica contra nuestro premio nobel fue injusta e incalificable, incluso en su tiempo el mexicano Carlos Fuentes autor de maravillosa obra narrativa y a quien Miguel Ángel siempre apoyó, lo trató de “Viejo Chocho”, lo mismo otros escritores latinoamericanos la emprendieron contra nuestro premio Nobel, pero más que todo para hacerse figura, la cual nunca los llevo a compararse con Miguel Ángel.

Lo extraño es que Miguel Ángel se llevó la crítica no a su obra literaria sino a su persona, sin contestar ninguna de estas ofensas como le decían viejo chocho, envidioso y otras críticas que recibió, incluso del gran Luis Cardoza y Aragón quien fue gran amigo de Miguel Ángel. En su libro “Casi Novela”, hace una crítica injustificada a Asturias. Por este libro Cardoza ganó un premio.

Quiérase o no obtener un premio Nobel de Literatura no es cualquiera que lo recibe y nosotros debemos sentirnos orgullosos de nuestro Premio Nobel a quien recién cumplió años y no se le hizo los homenajes que como gran escritor universal merecía recibir aquí en Guatemala.

En nuestro país aún seguimos en la oscuridad en cuanto a cultura y educación. No es culpa del pueblo sino de quienes nos gobiernan y la soledad que vivió Miguel Ángel Asturias continúa ante la indiferencia de nuestras autoridades que aún viven con el fantasma del comunismo, pero más que todo ante la envidia de muchos literatos guatemaltecos que persisten en la envidia hacia el gran Chamán nuestro Asturias.

PREMIO NOBEL
Nació el 19 de octubre de 1899 en el barrio de la Parroquia Vieja, en Guatemala, hijo de Ernesto Asturias y de María Rosales. En 1904 se traslada a Salamá (Baja Verapaz). En 1908 la familia retorna a Ciudad de Guatemala y termina la complementaria en el colegio del padre Pedro Jacinto Palacios y en el Domingo Savio.

Se graduó brillantemente de Licenciado en Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Cursó Antropología en la Sorbona de París, allí recibió la influencia del poeta surrealista francés, André Breton.

En 1942 le nombraron diputado en su país y desde 1946 trabajó como embajador en México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954, abandonó, como exiliado, Guatemala. Entre 1966 y 1970 desarrolló el cargo de embajador en Francia.

Su primera obra Leyendas de Guatemala (1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas. Alcanzó fama internacional con El señor Presidente (1946), retrato de un dictador. Posteriormente escribe Hombres de maíz (1949), la trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960), Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de Dolores (1972).

En 1966 le otorgaron el Premio Lenin de la Paz por sus poemas y novelas de contenido fuertemente antiimperialista, y en 1967 el Premio Nobel de Literatura.

Casado con Clemencia Amado en 1939, con la que tuvo dos hijos, Miguel Ángel y Rodrigo. Se divorciaron en 1947. Contrajo matrimonio con su segunda esposa, Blanca Mora y Araujo, en 1950.

Miguel Ángel Asturias falleció el 9 de junio de 1974 en Madrid (España).

OBRAS SELECCIONADAS
Algunas de las obras destacadas de Asturias son: “Sociología guatemalteca: El problema social del indio”, “Rayito de estrella”, “Leyendas de Guatemala”, “Sonetos”, “Con el rehén en los dientes: Canto a Francia Anoche”, “10 de marzo de 1543, “Tres de cuatro soles”; “Hombres de maíz”, “Viento fuerte”, “Alto es el Sur : Canto a la Argentina”, “El papa verde”, “Bolívar: Canto al Libertador”; “Soluna: Comedia prodigiosa en dos jornadas y un final”, “Week-end en Guatemala”, “La audiencia de los confines”, “Los ojos de los enterrados”, “El alhajadito”, “Mulata de tal”, “Cuentos y leyendas”, “Clarivigilia primaveral”, “El espejo de Lida Sal”, “Maladrón (Epopeya de los Andes verdes)”, “Comiendo en Hungría”, “Torotumbo”, “Mensajes indios”, “América, fábula de fábulas”, “El hombre que lo tenía todo, todo, todo”, “La leyenda del Sombrerón”, “La leyenda del tesoro del Lugar Florido”, “Viajes, ensayos y fantasías” y “El árbol de la cruz”.

Miguel Ángel Asturias, como lo demuestra en toda su obra es ante todo un poeta, por ello su “Cien de Alondra” es el poemario más trascendente en Guatemala desde tiempos Prehispánicos. Por otra parte, si no se entiende la poesía de Miguel Ángel no logra entenderse el resto de su obra. Toda su novela tiene un trasfondo poético que al lector común le cuesta entender porque hechiza desde la primera letra. Neruda tenía razón cuando dijo que Asturias era más grande que él como poeta.

En nuestro país aún seguimos en la oscuridad en cuanto a cultura y educación. No es culpa del pueblo sino de quienes nos gobiernan y la soledad que vivió Miguel Ángel Asturias continúa ante la indiferencia de nuestras autoridades que aún viven con el fantasma del comunismo.


POEMA
GUATEMALA
(Cantata)
1954

¡Patria de las perfectas luces, tuya
la ingenua, agraria y melodiosa fiesta,
campos que cubren hoy brazos de cruces!

¡Patria de los perfectos lagos, altos
espejos que tu mano acerca al cielo
para que vea Dios tantos estragos!

¡Patria de los perfectos montes, cauda
de verdes curvas imantando auroras,
hoy por cárcel te dan tus horizontes!

¡Patria de los perfectos días, horas
de pájaros, de flores, de silencio
que ahora, ¡oh dolor!, son agonías!

¡Patria de los perfectos cielos, dueña
de tardes de oro y noches de luceros,
alba y poniente que hoy visten tus duelos!

¡Patria de los perfectos valles, tienden
de volcán a volcán verdes hamacas
que escuchan hoy llorar casas y calles!

¡Patria de los perfectos frutos, pulpa
de paraíso en cáscara de luces,
agridulces ahora por tus lutos!

¡Patria del armadillo y la luciérnaga
del pavoazul y el pájaro esmeralda,
por la que llora sin cesar el grillo!

¡Patria del monaguillo de los monos,
el atel colilargo, los venados,
los tapires, el pájaro amarillo

y los cenzontles reales, fuego en plumas
del colibrí ligero, juego en voces
de la protesta de tus animales!

Loros de verde que a tu oído gritan
no ser del oro verde que ambicionan
los que la libertad, Patria, te quitan.

Guacamayas que son tu plusvalía
por el plumaje de oro, cielo y sangre,
proclamándote va su gritería…

¡Patria de las perfectas aves, libre
vive el quetzal y encarcelado muere,
la vida es libertad, Patria, lo sabes!

¡Patria de los perfectos mares, tuyos
de tu profundidad y ricas costas,
más salóbregos hoy por tus pesares!

¡Patria de las perfectas mieses, antes
que tuyas, júbilo del pueblo, gente
con la que ahora en el pesar te creces!

¡Patria de los perfectos goces, hechos
de sonido, color, sabor, aroma,
que ahora para quién no son atroces!

¡Patria de las perfectas mieles, llanto
salado hoy, llanto en copa de amargura,
no la apartes de mí, no me consueles!

¡Patria de las perfectas siembras, calzan
con hambre de maíz sus pies desnudos,
los que huyen hoy, tus machos y tus hembras!

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