Por N. PAPHITIS y C. KANTOURIS
ATENAS /Agencia AP

El Ministerio de Cultura pidió ayer «comprensión» mientras se lleva a cabo la excavación en Anfípolis, trabajo que puede llevar algunas semanas más.

La tumba parcialmente descubierta de fines del reino de Alejandro Magno, que fue hallada dentro del montículo, ha suscitado gran interés mientras se especula que puede contener tesoros o los huesos de alguna celebridad de esa época.

Alejandro heredó el trono de Macedonia, en el norte de Grecia, desde donde comenzó un vasto imperio que llegó hasta la India. Murió en el 323 aC a los 33 años y fue enterrado en Egipto, aunque el lugar preciso de su tumba es uno de los misterios de la arqueología.

El primer ministro griego Antonis Samaras visitó la excavación y la televisión estatal informa diariamente sobre el proceso. Hasta ahora, los arqueólogos han exhumado parte de la entrada de la tumba de fines del siglo IV aC, que presenta dos grandes esfinges de mármol.

«Es notable, la mayor tumba que hemos hallado en Grecia hasta ahora», dijo el arqueólogo Chryssoula Paliadelli, un experto sobre el período que no participa en la excavación. «Claramente muestra la riqueza que permitió la construcción de lo que fue, en ese entonces, un monumento sumamente costoso».

Pero la tumba pudo haber sido saqueada hace siglos. Falta parte de un muro de piedra que bloqueaba la entrada subterránea y las esfinges, originalmente de dos metros (6 pies) de alto, carecen de cabeza y alas.

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