Para la novelista Sandra Cisneros, la poesía ha sido desde niña una especie de catarsis. Foto: La Hora / AP

Para la novelista Sandra Cisneros, la poesía ha sido desde niña una especie de catarsis, una medicina natural que le permite sanar y quitarse miedos expresando sin censura su intimidad. Algo similar a un diario personal.

 

Pero ahora, a sus 77 años, ya casi ha perdido la vergüenza y se ha decidido a revelar una colección de más de medio centenar de poemas en un nuevo libro con un mensaje de empoderamiento y búsqueda de independencia y libertad para las mujeres latinas.

Cisneros, quien tiene siempre sobre su mesita de luz un anotador y un lápiz por si le surgen ideas mientras está en la cama, es una de las autoras latinas más destacadas en Estados Unidos. Sus reconocimientos incluyen el Premio Nacional de Libro en 1985 por su novela “The House on Mango Street” (”La casa en Mango Street”), el Premio PEN/Nabokov a la literatura internacional y la Medalla Nacional de las Artes de 2015.

Su nuevo libro, publicado por Vintage Español, se titula “Mujer sin vergüenza”. A lo largo de unas 170 páginas, sus poemas dejan traslucir experiencias y sentimientos de la escritora a través de temas tan diversos como el amor, la religión, el sexo, la familia, la violencia y el narcotráfico en México, la pobreza, la migración, la niñez y la vejez.

“Quería que las mujeres se despierten, que (sepan) somos muy muy bonitas, más guapas cuando tenemos 50, 60, 70 años que cuando fuimos jóvenes, porque somos más listas, más despiertas”, expresó Cisneros en entrevista por videollamada con The Associated Press desde México. “Hay que disfrutar de la vida y probar de todos los sabores, hay que realizar y descubrir nuestros cuerpos y placeres sin vergüenza”.

 

Es que desde muy pequeña y por años, Cisneros sintió pena por ser mujer, de haber nacido en el seno de una familia humilde, y de la cultura latinoamericana, entre otras cosas. Escribir poesía le ayudaba a sentirse más fuerte, y con el tiempo se dio cuenta de que había perdido esos temores.

Ahora quiere compartir sus versos para alentar a las hispanas, contándoles que se siente más feliz que cuando era jovencita, y que al fin es una mujer que ha encontrado su poder.

“Como mujeres, heredamos muchos dolores, muchas penas, muchas vergüenzas, y tenemos que buscar nuestro camino sagrado”, dijo la escritora nacida en Chicago de padres mexicanos. “No quiero saber lo que me dicen mi papá, la iglesia, la cultura, la escuela, el novio, el esposo. Quiero preguntarme a mí misma qué me haría feliz”.

Los poemas, escritos en su gran mayoría en inglés entre 1995 y 2021, revelan también con tintes de humor momentos de alegría, dolor, e intimidades de la vida sexual de Cisneros, quien prefirió mantenerse soltera y sin hijos para enfocarse en su carrera.

El libro en español estará a la venta a partir del 20 de septiembre en Estados Unidos, un año después de que publicara su última obra de ficción en más de una década: “Martita, te recuerdo”.

Durante décadas sus poemas estuvieron guardados en cajas, muchas de ellas debajo de la cama. De tanto en tanto les quitaba el polvo, los abría, leía y editaba. Hasta que en 2021 decidió que era el momento de publicarlos.

 

En la entrevista, desde su oficina con paredes pintadas de un intenso amarillo en San Miguel de Allende, México, Cisneros recordó que no es la primera vez que sus poemas son publicados, pero explicó por qué pasaron casi tres décadas desde la última vez.

Su primer libro de lírica fue editado cuando tenía unos 30 años, casi sin darse cuenta de lo que estaba haciendo. Se arrepintió de inmediato, al verse desnuda ante los ojos del público, que descubría en la lectura sus pensamientos más íntimos.

Desde entonces decidió sólo publicar prosa y dejar guardados sólo para ella sus versos. Pero no dejó de escribirlos, pues “es como sacar de tu zapato una piedrita, porque no puedes seguir adelante con esa piedrita lastimándote”, dijo entre risas.

Pasaron años hasta que volvió a sacar un segundo libro de poesía, pero ese lo publicó por un contrato con una editorial que le obligaba a editar toda su obra anterior, incluyendo sus poemas. Desde entonces han transcurrido 28 años.

Cisneros se mudó de Chicago a México hace casi una década, con la idea de pasar un par de años escribiendo. Pero ha disfrutado tanto de la cultura, el contacto con la gente y con la naturaleza, que cambió de parecer y ya no piensa regresar a vivir a Estados Unidos.

Los nuevos poemas revelan una intimidad que ni siquiera los familiares de Cisneros conocen. Tal vez es la única vergüenza que le queda, la expectativa de “qué dirán” cuando los lean.

 

¿Y qué es lo que le avergüenza que sepan?

“Que como hija única tuve una vida muy interesante, súper aventurera, muchos amantes, y que gocé del amor”, aseguró en un español con acento mexicano, salpicado con palabras en inglés. “Estoy muy satisfecha con ese amor del universo, mucho más que el amor de un hombre”.

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