El jueves, fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF. Foto: La Hora / AFP

La activista climática ugandesa Vanessa Nakate viajó recientemente al Cuerno de África, devastado por la sequía, para escuchar a los niños que sufren hambre. Al día siguiente supo que uno de los chicos que conoció había muerto.

Es por esos niños, cuyas vidas se ven duramente afectadas por la crisis climática, que Nakate, la nueva Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, se propuso hacer oír sus voces.

«Espero seguir haciendo lo mismo para amplificar y realmente dar una plataforma a las historias de los niños… que están sufriendo debido a la crisis climática», dijo Nakate, de 25 años, en una entrevista con la AFP.

Inspirada por Greta Thunberg, la adolescente sueca abanderada de la lucha contra el cambio climático, Nakate fundó hace varios años el Movimiento Climático Rise Up en su Uganda natal y ha hablado en prestigiosos eventos internacionales sobre el tema.

 

El jueves, fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, uniéndose a figuras de alto perfil como la actriz Priyanka Chopra Jonas, la cantante Katy Perry y el refugiado sirio y activista por la educación Muzoon Almellehan.

«Siempre he creído que cada activista tiene una historia que contar», dijo Nakate. «Y cada historia tiene una solución que dar y cada solución tiene una vida que cambiar».

La activista afirma que los niños y las mujeres son quienes más sufren por el calentamiento global y que su misión es hacer que se escuchen sus voces, en lugar de hablar en su nombre.

«No puedo decir que puedo darle voz a nadie, porque creo que todos tienen su propia voz», agregó. «El asunto es ¿quiénes los escuchan, quiénes prestan atención?

«El techo de todos»

La semana pasada, Nakate visitó hospitales y centros de nutrición administrados por Unicef en Turkana, una región de Kenia en el Cuerno de África afectada por una sequía devastadora.

«Conocí a muchos niños que sufrían de una desnutrición grave, aguda, debido a esta sequía», dijo Nakate sobre el viaje. «Uno de los niños que conocí ese día, me enteré a la mañana siguiente que había fallecido».

 

Unicef dice que aproximadamente la mitad de los niños del mundo, unos 1.000 millones, viven en uno de los 33 países clasificados como de «riesgo extremadamente alto» debido a los impactos del cambio climático.

Los científicos dicen que las sequías, las inundaciones, las tormentas y las olas de calor se volverán más fuertes y frecuentes debido al calentamiento global.

Nakate expresó frustración debido a que, pese al incremento de las sequías, inundaciones, tormentas y olas de calor causadas por el cambio climático, los gobiernos del mundo, ocupados con la guerra en Ucrania y la pandemia de covid-19, no están haciendo lo suficiente para salvar el planeta.

«Es desalentador ver que el mundo no está prestando la atención que debería a los temas climáticos, puede ser muy frustrante», dijo la activista.

«Los líderes necesitan entender especialmente que la Tierra es el hogar de todos nosotros, es el techo para todos nosotros. Y tenemos que asegurarnos de que todo el techo esté bien y que no tenga filtraciones en ninguna parte», afirmó Nakate. «Porque cualquier gotera en una parte del techo eventualmente afectará a todos en la casa».

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