Foto ilustrativa. Personal médico reciben la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Foto La Hora/IGSS

Por Ana Lucía González
agonzalez@lahora.com.gt

En cuestión de seis días, a finales de marzo y principios de abril, la cifra de pacientes ingresados por Covid-19 en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), registró un incremento, como la tendencia de contagios que se ha dado en el país y un médico, que por seguridad evitó relevar su identidad y lugar de trabajo, da su visión de la situación actual y también lo que ha representado luchar contra el virus a más de un año del primer caso detectado en el país.

El 31 de marzo tenían un registro de 127 casos. El pasado 6 de abril lo reportado ascendió a 329 casos de pacientes atendidos. La mayoría de ellos, hasta 328 se encuentran hospitalizados y 338 fueron remitidos a sus casas para pasar la cuarentena.

Más allá de los datos fríos, el cansancio del personal médico se hace notorio después de más de un año de atender pacientes con trajes asfixiantes. En estas líneas, se extrae parte de las sensaciones de un médico que describe el agotamiento desde algún hospital del país.

Foto ilustrativa. Personal del IGSS realizan el protocolo que las personas puedan ingresar a las instalaciones. Foto Foto La Hora/IGSS

EL SACRIFICIO FÍSICO

“Tuve una desconexión por algunos días que me hizo olvidar las sensaciones que se viven al pasar la madrugada en el área de aislamiento respiratorio”, explicó.

Todo comienza la tarde anterior con la restricción hídrica y dietética requeridas para pasar seis horas interminables envuelto en varias capas impermeables donde está prohibido sentir deseos de ir al baño. Luego viene el tedio de ponerse encima mil trajes que hacen sudar como en un sauna, y ya adentro de la sala de intensivo, sentir un gusto agrio/amargo/seco en la boca y la lengua pastosa pegada al paladar, mezcla de la falta de líquido, del ayuno, del peso de la máscara sobre la frente y las orejas, y del olor y el sabor del cubreboca de plástico, sazonados con la mucha muerte que se ve y se respira alrededor, recuerda el entrevistado.

Con suerte habrá algún momento libre sobre las cuatro o las cinco de la madrugada, que podría aprovecharse “para un pestañazo” de diez o quince minutos, algo habitual en cualquier guardia médico para tonificar el cuerpo y continuar trabajando por las horas que sean necesarias.

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“En mi caso, es imposible tomar esos descansos breves. Apenas cierro los ojos, la fatiga me hace dormir casi de inmediato, pero apenas desconecto y relajo la musculatura respiratoria, un golpe de pánico me trae de vuelta en forma brusca, como un pellizco de la neurosis que sigue (y seguirá) viviéndose en las áreas de cuidado crítico, exacerbada por la retención de dióxido de carbono que se genera al respirar por tantas horas un aire tan viciado”, puntualizó.

Desde el comienzo de la crisis, en marzo de 2020 hasta la semana pasada, el IGSS ha atendido a un total de 45 mil 178 pacientes con Covid-19. De estos, 42 mil 353 se han recuperado.

VACUNACIÓN EN SUSPENSO
El IGSS sigue la ruta del plan de vacunación del Ministerio de Salud Pública (MSPAS), que contempla cuatro fases. Hasta el momento, el Seguro Social ha finalizado con la primera fase para vacunar al personal de primera línea. La segunda fase comenzará cuando se tenga disponibilidad de dosis, las cuales son distribuidas por el Ministerio de Salud, de acuerdo con el departamento de Comunicación y Relaciones Públicas.

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El plan de inmunización del personal de salud comenzó el pasado 4 de marzo en el hospital de enfermedades de la zona 9. Sin embargo, la semana pasada se quejó de que la institución no cuenta con vacunas para aplicar la segunda dosis entre su personal de primera línea.

“Agotamos la primera fase, las 15 mil vacunas y alrededor de 3 mil que no quieren vacunarse. Hemos completado procesos, no podemos comprarlas, solo MSPAS, podríamos iniciar la fase 2, adultos mayores con enfermedades, después los mayores de 60 años, pero si no tenemos vacunas no podemos hacer nada”, indicó el presidente del Seguro Social, Carlos Contreras, en una citación en el Congreso días atrás.

La segunda fase contempla una cobertura de unas 500 mil personas afiliadas. El IGSS tiene alrededor de 1,300 mil afiliados, más de 3 millones de derecho habientes, de los cuales 2.4 millones corresponden al grupo a inmunizar, aseguró Contreras.

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En este grupo se incluye a personal de salud, afiliados, pensionados y beneficiarios, pacientes con morbilidades, entre otros, siguiendo las recomendaciones del sistema SAGE, para priorizar los grupos que deben ser vacunados en cada fase, de acuerdo con el comunicado de dicha institución.

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