Se juega la reelección el Presidente Donald Trump quien está amenazando con romper las reglas de la tradición democrática y se niega a decir que respetará el resultado electoral. Foto La Hora/AP

Después de cinco años de apabullantes victorias de Hitler, sobre todo en el frente occidental, los aliados decidieron jugarse el todo por el todo con el desembarco en Normandía, gigantesca operación decisiva que los militares llamaron “El Día D”. Pues hoy Estados Unidos vive su otro Día D por las elecciones presidenciales más serias e importantes de su historia, ya que se juega la reelección el Presidente Donald Trump quien está amenazando con romper las reglas de la tradición democrática norteamericana y se niega a decir que respetará el resultado electoral. No es descabellado decir que, pase lo que pase, Estados Unidos está poniendo a prueba su democracia porque por el tono y actitud del presidente en funciones, está visto que no tiene ningún respeto por la institucionalidad y que de lograr hoy el triunfo se puede dar el inicio de una situación sin precedentes en las que se cambien todas las normas existentes, incluyendo el límite de dos períodos para un presidente en funciones, dado el control que ya tiene Trump (más que el partido Republicano) de la Corte Suprema de Justicia.

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Según las informaciones periodísticas, se ha producido una avalancha de votos sin precedentes, sobre todo entre la juventud, y aunque las encuestas den favorito a Biden, nadie puede decir nada hasta que se cierre hoy la elección cuando termine el cómputo de votos, tanto presenciales como los que fueron enviados por correo.

La Hora ha publicado un interesante trabajo sobre cómo se elige en Estados Unidos y el papel que juega el Colegio Electoral. Los padres de la patria no creyeron que el pueblo tuviera la madurez para hacer su propia elección y por eso votan por electores que son los que constitucionalmente eligen al Presidente. Evidenciando notoria falta de real democracia, en la que el ciudadano elige directamente a sus autoridades, en Estados Unidos hay una elección de Segundo Grado que es la que vale.

El riesgo de enfrentamientos no es remoto porque las milicias de supremacistas blancos que apoyan a Trump se pasean con sus armas de largo alcance por los mismos centros de votación, de manera intimidante. Y han surgido ya las milicias de gente de color que afirman que no se dejarán robar una elección por esa amenaza de uso de la fuerza.

Horas aciagas que el mundo seguirá hoy con detenimiento muy especial, con más atención que en cualquier otra elección en EE. UU. por las implicaciones mundiales que tiene lo que se termine decidiendo, será en las urnas o en las Cortes.

Redacción La Hora

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