Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Hoy a las 12 habemos muchos que celebramos el nacimiento del niño Jesús y en muchos hogares todavía se mantiene la tradición de rezar a esa hora, agradecer y aprovechar a pedir fuerzas para lo que viene.
Solo el hecho de estar, de comer tres veces al día, que nuestros hijos tengan acceso a educación y salud en un país en el que la mayoría no comen todos los tiempos, ven la educación como un lujo, la salud como un chispazo de suerte y la migración como la alternativa para tener futuro, es algo por lo que debemos estar eternamente agradecidos.
Pero también debemos pedir y mucho para que el 2020 sea el año en el que por fin nos podamos despojar de los factores que nos impiden unirnos alrededor de mínimos. En estos dorados tiempos es más fácil seguir las corrientes de los “poderosos” o los más “bulliciosos” que las ideas de quiene están pensando en el país y no solo sus intereses personales.
Debemos pedir para que nos den las fuerzas para soportar los embates que, sin duda, supondrán aquellos acuerdos que alcancen personas que piensan distinto en la mayoría de temas, pero que tienen el entendimiento y la razonabilidad suficiente para entender lo que está en juego y lo que es importante para el país.
Aquí todos debemos hacer nuestra parte porque lo que hoy entendemos como un “buen vivir”, es decir, entregarse a la familia, trabajar honradamente sin andar viendo cómo se daña a terceros o cómo se burla la ley, no será suficiente ante quienes desean exacerbar y polarizar a la sociedad para seguir manteniendo sus trabes ideológicos y/o peor aún, sus deseos que este siga siendo un sistema cooptado al servicio de todo tipo de mafias que no tienen límites.
Quienes conocían la historia de los 50 sin necesidad de Mario Vargas Llosa y quienes han tenido la necesidad de conocer o refrescar la memoria a través de los Tiempos Recios, deben entender que hay gente que sigue manteniendo el libreto en su mesa de noche o en su escritorio de trabajo para seguir exacerbando un inexistente discusión alrededor de la ideología.
Y digo inexistente porque el sistema y su cooptación no es un tema ideológico, es un tema que debemos resolver por el futuro de nuestra economía porque si no enfrentamos las mafias que han secuestrado el sistema y las instituciones, jamás podremos pensar en crecer de una forma en la que cerremos las brechas y empoderemos a la gente con oportunidades para que haya más mercado para los bienes que se producen y los servicios que se prestan.
Haga lo que haga a las 12, no se olvide de lo que nos viene por delante pidiéndole a Dios que nos ilumine, pero más que eso, nos de las fuerzas que necesitamos para enfrentar los vicios que tienen a nuestra gente buena y trabajadora, pasando el Niágara en Bicicleta.
Les deseo una muy Feliz Navidad para usted y su familia.
