Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Sin duda alguna se dieron algunas irregularidades el día domingo y por eso es imperativo que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) haga lo necesario para solventar los problemas y que eso permita, de a poco, ir recuperando la confianza en nuestra frágil democracia.
Anunciaron la revisión de las actas, pero si es necesario que se haga la auditoría al software contratado para hacer las verificaciones de rigor y en el peor de los casos, si con eso damos certeza, que se cuente papeleta por papeleta de nuevo pero lo que no podemos es darle excusas a los que desean dar un manotazo para seguir construyendo sus muros de impunidad.
Sin duda alguna, ya más de alguien le planteó a Jimmy Morales que le hagan caso al peor candidato oficialista de la historia democrática que le pide que anule las elecciones y buscan ir sumando más voces que terminen de deslegitimar todo aunque para eso deban echar mano de los candidatos que menos apoyo recibieron en las urnas, a pesar de que alguno hasta dijo que ganaban en primera vuelta. Si ya los trapearon en las elecciones, pena les debería dar seguir saliendo.
Y para terminar de complicar las cosas, ayer sale la UNE a respaldar al TSE y decir que solo es necesario que se corrijan algunas cosas para la segunda vuelta, lo que sin duda dará más gasolina a los que buscan el manotazo para buscar impunidad. Lo único que no debía decir el partido verde lo dijo y ya veremos si eso no termina de encender el antivoto.
Y es que no debemos perder de vista que no haber recibido apoyo en las urnas para aquellos que participaron como representantes del sistema de corrupción e impunidad fue un duro golpe de asimilar y por eso ahora necesitan cualquier cosa para allanarse un camino alejado de la justicia. Así se deben entender los esfuerzos para invalidar las colaboraciones eficaces en el caso del financiamiento de FCN-Nación y la lambisconería con Estados Unidos al que le ofrecen ser el tercer país seguro.
Por eso es vital que el TSE actúe con celeridad. Buena parte de la sociedad está dispuesta a acompañar aunque con el claro compromiso que saliendo de este enorme hoyo (que poco a poco y solitos fueron creando los magistrados) nos debemos sentar a buscar las maneras y las reformas que necesitamos para que esto ni vuelva a ocurrir.
Para mí esto es claro. Hubo errores y vicios el domingo, pero sin las revisiones de rigor no podemos saltar a gritar algo más. Nadie debe olvidar que si alguien ha venido, sistemáticamente, atacando al TSE ha sido el mismo Presidente de la República y nunca había quedado claro por qué, pero ahora que sus aliados le piden que tire la mesa y anule las elecciones, ya se vislumbra el motivo.
El TSE debe saber que no puede ni debe cometer más errores. Hacerlo dará las excusas suficientes a los que, habiendo caminado por el sendero de la ilegalidad y la desobediencia a la Corte de Constitucionalidad (CC) sin consecuencia alguna, buscan sus mecanismos de protección y que han planteado desconocer lo actuado.
Hablar de vicios y errores no es decir que hay fraude pero tampoco significa apoyar contra la razón a un TSE que se lo pasa llevando a uno y que poco ha hecho por ayudarse en esta causa. Pero lo que no podemos es dejar que den un manotazo solo porque los del bando de impunidad, no lograron los resultados deseados a pesar de su cooptación de las cortes, de sus compras de voto con dinero del pueblo y de usar el poder para armar una asquerosa e ilegal red de corrupción y cooptación de todo el Estado.
