Estaba cantado que el asalto final iría dirigido contra la Corte de Constitucionalidad que ha ido emitiendo resoluciones que preservan el Estado de Derecho, lo que la convirtió en el blanco indiscutible del esfuerzo por establecer de manera plena la Dictadura de la Corrupción. Y anoche se produjo el primer acto de ese Gran Final que tiene el libreto, cuando la Corte Suprema de Justicia dio trámite a un antejuicio contra los tres magistrados que han votado consistentemente en defensa de la constitucionalidad, trasladando las diligencias para retirarles la inmunidad al Congreso de la República donde una comisión pesquisidora ad hoc, nombrada a dedo por la Junta Directiva antes de que se vuelva al período de sesiones ordinarias, hará la recomendación al pleno para separarlos del cargo, objetivo único y concreto de toda la jugarreta.

El hecho de que la Corte haya sido integrada como parte de lo que ya conocemos como Comisiones Paralelas no le quita la autoridad para tramitar el antejuicio, pero eso no significa que la acusación no haya sido espuria y presentada por los dirigentes de la Asociación de Ex Constituyentes que acaba de recibir un chorro de dinero como “donación” del Congreso de la República y que funciona en instalaciones que les proporcionó la Directiva controlada por Arzú y Alejos. Es la misma Corte Suprema de Justicia que, a pesar de las pruebas, decidió rechazar el antejuicio contra el diputado Alejos y que ese mismo día recibió un premio presupuestario de parte del Congreso.

Lo turbio del proceso es algo que salta a la vista, pero falta ahora todavía que caigan nuevas caretas. En brete estará la UNE porque en el pleno del Congreso se necesitan al menos algunos de sus votos para declarar con lugar el antejuicio contra los tres magistrados y ya veremos si no es que en lo que presentan como “acto de indisciplina” de algunos diputados, varios de esa bancada contribuyen al descabezamiento de la Corte de Constitucionalidad.

Es ésta una lucha legal por eliminar a la más alta autoridad que por mandato constitucional puede conocer amparos en todos los ámbitos en los que pueda haber algún abuso o alguna violación del Estado de Derecho. Es obvio el propósito como obvia es la alineación que hay entre diversos sectores de poder para concretar el manotazo que viene. Que no nos quepa ninguna duda de que en cuestión de muy pocos días se estará dando la ruptura del orden constitucional al eliminar a magistrados de la CC que han votado consistentemente para preservarlo.

Redacción La Hora

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