Ayer el gobierno reaccionó forzado por las circunstancias y el presidente Morales instruyó a la Canciller para que solicite formalmente para los guatemaltecos el régimen de protección temporal conocido como TPS, mismo que la actual administración norteamericana ha venido eliminando para casi todos los migrantes de origen centroamericano. La ventaja que podría tener ahora Guatemala es que ningún gobernante ha sido tan obsequioso con un presidente de Estados Unidos como Jimmy Morales con Donald Trump, al extremo de que hasta ordenó el traslado de la Embajada en Israel para quedar bien en forma que hasta llegó a ser abyecta con el inquilino de la Casa Blanca.

Si Morales utiliza su capital político para beneficio de los migrantes guatemaltecos podría lograrse el TPS, sobre todo porque en el cabildeo habrá que explicar las causas de la migración guatemalteca tan relacionadas con el Estado que ha fracasado por culpa de la corrupción. La visita del vicepresidente Pence a Guatemala será una buena oportunidad para recordarle la necesidad de atacar las causas estructurales de esa masiva ola migratoria que tanto desagrada a Trump, pero que es imposible frenar en la medida en que acá se siga privilegiando el enriquecimiento de los políticos y sus socios en vez de invertir en oportunidades para nuestra gente.

Por supuesto que nadie en el gobierno de Morales va a utilizar ese discurso porque precisamente es la protección de los corruptos lo que ha inspirado la política exterior del régimen y todos los esfuerzos de la administración están orientados a cimentar la dictadura de la corrupción, pero no hay que tener mucho colmillo para entender lo que ocurre en estas latitudes. El caso es que el gobierno de Trump tiene interés en quedar bien y pagar el favor que le hizo Morales con el traslado de la Embajada y ni modo que todo el pago va a ser esa reunioncita de unos cuantos minutos antes del Desayuno de Oración en Washington. Es ahora cuando hace falta de verdad que se implemente una estrategia bien estructurada para impulsar el TPS que será posible en la medida en que la Cancillería y nuestra Embajada en Estados Unidos muestren mínimos de capacidad para el cabildeo, mismos que están muy en duda a la luz de lo que ha ido ocurriendo.

La solicitud del Estatus de Protección Temporal para los guatemaltecos no puede ser un gesto vacío para engañar a nuestros migrantes y por ello es que hace falta mostrar, con hechos, la determinación de lograrlo y será a Pence al primero que se debe comprometer.

Redacción La Hora

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