Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Nadie en este mundo puede saber cuándo se va a producir un evento tan impactante y desastroso como el que se produjo recientemente en el Volcán de Fuego.

Dios creó el mundo y sin duda alguna permitió que pudiera evolucionar y producirse las erupciones de los volcanes, los terremotos y los tsunamis. El hombre ha contribuido a estos desastres al ir cambiando la ecología.

En los 80 años que voy a cumplir, nunca había visto que el Volcán de Fuego se activara en esa proporción. La actividad produjo la muerte de aproximadamente 100 guatemaltecos o más, por cuanto no se encontrarán los cadáveres de todos los que murieron en la nube piroclástica, que a una velocidad de 700 kilómetros bajó del volcán, más que un avión supersónico.

Adicionalmente, la lava que ha salido hacia la costa sur ha llenado en buena parte los ríos que descienden del volcán y las quebradas que existían en ese costado.

Las pérdidas son numerosas, como el bellísimo hotel que se había construido en el costado del volcán, y la destrucción de la aldea El Rodeo, así como parte de las carreteras que existían en el costado del Volcán de Fuego.

La lluvia contribuirá a que la lava se petrifique, lo cual crea una nueva melaza porque es lava petrificada, que hoy llena ríos y quebradas del lado sur del volcán, lo que podrá producir derrumbes y así crear nuevos problemas en la costa sur de Guatemala.

El gobierno actual y el gobierno que se elija tendrán que trabajar en limpiar esos asolvamientos que nos llevará 5 o más años en los que constructores, con grúas, con camiones especiales para el transporte, de ese material low boys, trabajen en la obra, lo que también significará mucho trabajo para las constructoras del país.

Muchas constructoras tendrán trabajo por varios años, lo que obligará al país a invertir recursos en esa actividad, esperemos que gobiernos europeos, asiáticos y norteamericanos se pongan la mano en la conciencia y nos donen buena parte de los recursos, aun cuando establezcan que las compañías de nacionalidad de esos países tengan prioridad en hacer esos trabajos, porque “dan darán dicen las campanas” y lo importante es que esos trabajos de construcción y de limpieza se hagan aun cuando quienes se beneficien principalmente sean las compañías constructoras, según su donación y nacionalidad.

La mucha experiencia que adquirí trabajando con compañías norteamericanas como la Nello L. Teer, la BL Harrison y otras en el transporte de materiales de sub base, base y carpeta asfáltica, me permiten decir que el trabajo llevará años.

Ya veremos si como se construyó la carretera Panamericana, con una donación y un préstamo del gobierno de los Estados Unidos, también se vuelven a generar las mismas condiciones para enfrentar la gran catástrofe que ha creado el Volcán de Fuego en los ríos, quebradas y lahares de la costa sur.

Vuelvo a insistir, así como nosotros tenemos que invertir millones de millones en combatir el narcotráfico que ellos producen, ojalá que ellos inviertan en este problema de Guatemala, de lo contrario el desempleo se incrementará y la inmigración también, les guste o no les guste.

En todo caso, que Dios nos ampare.

¡Guatemala es primero!

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