Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

Ayer quedó clarísimo por qué era necesario controlar ciertas dependencias, y no se crea que es solo para alertar a la gente en el tema de las capturas, sino que también para tener un control operativo que les permita ejecutar sus planes para consolidar el Pacto de Corruptos e Impunes, cueste lo que cueste.

Tres sindicados en un proceso judicial fueron alertados de los operativos con anticipación suficiente para escapar y, además, en uno de los casos, para dejar al abogado listo para recibir a los investigadores y darles los buenos días. Hoy son los sindicados de corrupción, pero luego serán los sindicados por otros delitos porque cuando se empieza a operar paralelamente el negocio tiende a florecer.

Desde que se dieron los cambios (gracias al chantaje que los diputados le hicieron a Jimmy Morales con el antejuicio, entre otras cosas) se advirtió que el panorama no pintaba bien y las zancadillas iban a ser más frecuentes y un tanto más burdas. Entidades que eran pieza clave en la relación con Estados Unidos están operando de una manera que ya genera muchísima preocupación.

Y por si eso fuera poco, lo acontecido en la Comisión de Postulación está dando mucho de qué hablar porque aunque se excusen en que la “tabla de gradación” se fundamenta en la ley de que les rige, está claro que no se están evaluando los méritos y la honorabilidad de manera fundada tal y como ordena la Constitución. Se es o no honorable como dice mi amigo Alfonso Carrillo, pero no hay medias tintas.

Hay voces dentro de la postuladora que saben que las Comisiones de Postulación fueron una buena idea que cayó en cooptación, pero son muy pocas para siquiera lograr entrampar las decisiones de la Comisión. Ahora es cuando rinde tanto fruto el haber podido crear universidades de garaje y las estructuras de “comisiones paralelas”.

El jueves decía que estábamos más cerca, y por eso es que en este tramo final (en el que la cosa pare o revienta) los hechos se intensificarán y las maniobras empezarán a ser más burdas y peligrosas. Hoy más que nunca, el país demanda que quienes queremos mejores cosas para el futuro nos unamos a través de claros mínimos.

Las ilegalidades deben detenerse y para ello las Cortes han de tomar cartas en el asunto. En medio de la indiferente actitud de muchos (ya sea por comodidad o desconocimiento) se vienen días muy complejos que nos pueden allanar o complicar el camino futuro.

Hay recursos legales que deben conocerse porque se ha advertido que el proceso de Fiscal General está influenciado por una mayoría en la Comisión que está operando bajo la consigna clara de sentar en Gerona a quien pueda retrotraer las cosas a marzo de 2015.

Mientras no hagamos escuchar nuestras voces, las mafias seguirán avanzando y solo esperan los días más precisos para dar los golpes, tal y como lo están haciendo los diputados para sembrar impunidad en el delito de financiamiento electoral anónimo.

Se viene, de verdad, los días más duros de la coyuntura y está en juego más que el futuro.

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