Fernando Mollinedo C.

Como consecuencia del destape de la corrupción gubernamental, durante el período del Partido Patriota, se pudo conocer la estructura administrativa interna e intelectual para desarrollar los procesos de exacciones ilegales, apropiación indebida, cohechos activos, amenazas y quién sabe cuántas otras cosas más, que por el momento no han aflorado al conocimiento público.

En dicho destape están involucradas varias instituciones del Estado, que fueron y son manejadas o dirigidas por personas con títulos bien ganados de HDP ladronas, mentirosas, farsantes, estafadoras, exconvictos, drogadictos, traficantes de drogas, personas e influencias, imbéciles, tontos, iletrados, abusivos, prepotentes, incultos, religiosos fundamentalistas, analfabetas funcionales, obcecados lacayos y miles de siervos; todos éstos con nombres y apellidos, unos de abolengo y otros comunes.

¿Corruptos o no? Ministerios de Salud, Comunicaciones, Cultura, Educación, Economía, Defensa, Agricultura, Relaciones Exteriores, Trabajo y “Previsión Social”, Desarrollo, Gobernación, Minería e Hidrocarburos, en el Organismo Ejecutivo; en el Organismo Judicial, desde los Juzgados de Paz hasta las más importantes (no altas) magistraturas atendiendo intereses políticos y privados, y en la maquiladora de leyes ad hoc (Organismo Legislativo) para beneficio de los oligarcas y dueños del país.

Las municipalidades, algunas limpias y otras con hedor a mierda corruptas e insanas en sus quehaceres: trampas, negocios ilegales que enriquecen de dinero a sus integrantes, pero los rebaja a un nivel de excretas sociales, indignos de la confianza de la población.

Debemos entender que el problema de Guatemala en sí, no es el presupuesto: ES LA CORRUPCIÓN CONGÉNITA E INGÉNITA, NATURAL DE LAS PERSONAS QUE GOBIERNAN EL PAÍS, quienes no tuvieron ni conocieron la honradez y honestidad como forma de vida en sus hogares, sí es que los tuvieron, algunos de ellos, aunque hayan nacido y crecido en la opulencia económica. Por ello, hubo, hay y habrá desfalcos al erario nacional en miles de presentaciones, no bastándoles los magníficos sueldos y/o salarios devengados en la más abyecta ignominia.

Al Estado de Guatemala lo están convirtiendo en una “chatarra institucional” con el fin promover el enriquecimiento ilícito de esa casta maldita (por supuesto tiene sus excepciones) llamada políticos. Ahora, con esos antecedentes, para usted ¿cuál es la institución más corrupta en Guatemala? en el aspecto público: Aduanas, IGSS, Aeropuerto, puertos, Caminos, Foguavi, INDE, Renap, Micivi, Congreso de la República, Ministerio Público, Municipalidades, Presidencia de la República, SAAS, Transportes, Tránsito, Policía Nacional Civil, Ejército, Gobernaciones?

También en el ámbito privado se cuecen habas: las farmacéuticas, las constructoras, los industriales y comerciantes, la venta de energía eléctrica, el transporte urbano y extraurbano entre otras muchas más.

Pareciera que en Guatemala todo el mundo (Estado e iniciativa privada) confabula para ver cómo chinga a la población, es decir, cómo la esquilma de forma directa o indirecta.

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