Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Al final de la página 319, Méndez Vides pregunta “¿Cuál cree que fue la causa de la pérdida de las elecciones del candidato de su partido, la atracción de Alfonso Portillo o la oposición a usted?

La respuesta de Álvaro Arzú es: “Portillo era un candidato formidable.  La gente se identificaba con él, pero en las elecciones de 2000 todos los sectores se juntaron en contra del presidente Arzú, todos los partidos, el sector privado, las iglesias, las Oenegés, el Ejército, la Prensa, la comunidad internacional, los empleados públicos, a pesar de que se les aumentó el sueldo diez por ciento cada año y no hubo barrida de empleados, porque casi no se despidió a nadie y se les incrementó el sueldo, pero todos se fueron con el FRG siguiendo la costumbre de “estar con el campeón hasta que pierda”.

“A Portillo lo apoyó todo el mundo, el único que no lo apoyo fui yo.  Portillo obtuvo el mayor acopio de respaldo de parte de todos los sectores, hasta los más contradictorios.  Fue una verdadera concertación espontanea, porque por un lado estaba el grupo de ASIES, por ejemplo, con Dionisio Gutiérrez, los Bosch y los Botrán, que motivaron la animadversión en contra de mi gobierno, porque cuando dije que “Cada mico en su columpio”, a ellos no les pareció, no les gustó mi advertencia de: no se metan con el gobierno.

Y por el otro lado estaban Helen Mack, Edgar Gutiérrez, las misiones diplomáticas, la iglesia Católica y la Evangélica, porque los católicos tenían a los catequistas recorriendo el interior del país haciendo campaña a favor de Portillo, así como actuaron los pastores evangélicos.  En nuestra contra presenciamos el mayor conciliábulo que he visto en mi historial político, de todas las fuerzas del país”.

He considerado necesario transcribir textualmente la pregunta y la respuesta, por cuanto Álvaro se contradice.  Anteriormente manifiesta que no comprende porque Óscar Berger perdió la elección y junto al PAN salieron derrotados, y en esta subsiguiente pregunta y respuesta reconoce: “Portillo era un candidato formidable”; sin embargo, exagera al no comprender que los electores en una democracia son libres de pensar y de elegir y le atribuye a ASIES, a Dionisio Gutiérrez, a la familia Bosch y a la familia Botrán que el Ejército y los empleados públicos estuvieron a favor de Alfonso, el FRG y mi persona cuando no son los grupos de poder los que eligen sino son los ciudadanos los que en su mayoría votan y eligen.

No es solo en Guatemala donde se da la circunstancia que la mayoría de electores vota para producir un reemplazo de gobierno y prueba de ello es lo que ha sucedido también en Argentina, en Chile y en otros países de América Latina. Es más, puedo decir con plena autoridad que fueron pocos los que contribuyeron económicamente con fondos para financiar la campaña del FRG, de Alfonso Portillo y mi persona.

Por ello, es totalmente inexacto lo que Álvaro expresa: “El sector privado se reunía en el hotel Las Américas, así se llamaba en ese entonces, y pasaban el sombrero a los empresarios, y la mayor parte aportaron para la campaña de Alfonso Portillo.

¡Guatemala es primero!

Continuará…

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