Edgar Villanueva

El presidente Jimmy Morales decidió hace algunas semanas decretar el aumento del salario mínimo para actividades agrícolas y no agrícolas en el país, una medida que no pasó sin algunas críticas y que se toma en un momento difícil para el país en muchos sentidos. A pesar de mi desacuerdo conceptual con el incremento salarial por decreto, considero que el aprobado recientemente por el Gobierno es importante en el sentido que genera una pequeña percepción, que existen algunas grandes decisiones nacionales que el Presidente tiene claras y que desea aprobar, lo cual provee un poco de claridad en momentos de incertidumbre.

La decisión no se ha logrado tomar en el seno de la Comisión Tripartita, la cual reúne a representantes de Gobierno, del sector empleador y del sector trabajador para procurar decisiones unificadas en materia laboral. Por lo tanto, ha tenido que ser el Presidente, en coordinación y con el consejo del Ministerio de Trabajo, quien ha asumido la responsabilidad de decidir la medida la cual entró en vigencia el uno de enero de este nuevo año.

Un elemento positivo a destacar es que, a pesar de lo controversial que puede ser la medida, el Ministerio de Trabajo ha logrado darle alguna coherencia al seguir metodologías objetivas y científicas para decidir el incremento. Esto permite dar cierta previsibilidad y certeza a los incrementos salariales lo cual, en mi opinión, favorece tanto al sector empresarial, al sector trabajador. Es decir, el Gobierno ha procurado tomar una decisión basada en indicadores estadísticos y proyecciones que le den sustento a la medida.

Me pareció curioso que, tras la medida, el sector empleador tomó una posición más moderada y reconocieron que la medida fue tomada con un sustento técnico. Por su lado, el sector trabajador criticó duramente la medida indicando que el incremento era muy poco, sin importarles el sustento técnico de la misma o la situación económica del país. El desacuerdo del sector empleador genera algunas preguntas importantes: a) ¿cuánto se debería incrementar el salario mínimo para que los representantes de los trabajadores estén satisfechos? ¿Qué tipo de sustento técnico consideran que se debe utilizar para plantear los incrementos salariales?

En mi opinión, tras la medida tomada, se debe de realizar un enfoque en el fortalecimiento de las instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de la medida. Si estas instituciones tuvieran la capacidad de verificación que la Ley les da, seguramente los incrementos no habrían sido tan frecuentes en el pasado.

Asimismo, considero importante que el incremento del salario mínimo vaya de la mano con una visión estratégica dentro del modelo económico y de desarrollo que el Gobierno está implementando. En este caso, el incremento abre la puerta para el desarrollo una Política Nacional del Salario donde todos los sectores se unan para, entre otros temas, dotar de ciencia la determinación de incrementos salariales. Esto, además de generar una sana discusión sobre el futuro del país generaría el bálsamo de la certeza que tanto hace falta en Guatemala.

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