Raymond J. Wennier

Los padres de familia son el apoyo de sus hijos desde el nacimiento, en un camino hacia el éxito, pero no todos los niños reciben el mismo tipo de apoyo o muy poco en ese camino. Entonces, son los maestros en la escuela a quienes les corresponde dar ese apoyo.

El maestro tiene la misión de ayudar a los alumnos a tener el éxito integral desde los primeros grados de la escuela. Los maestros deben permitir que aflore la energía creativa que cada alumno lleva dentro de sí como parte del camino hacia el éxito.

¿Qué significa tener éxito? El alumno tiene que conocerse en cuanto a sus habilidades y sus puntos débiles. Tiene que tener una mentalidad positiva que le permita creer en sí mismo. El maestro tiene que ayudar al alumno en esa tarea, es decir, modelar cómo hacerlo.

Cuando el alumno cree que es capaz de aprender cada vez más, de siempre hacer el esfuerzo para ser mejor como un ser completo, de tener la pasión por lograr los objetivos y para sentir que ha logrado sus metas para luego fijarse nuevas sobre las cuales trabajar. Así, cada vez más, se acerca a sus sueños. El papel del maestro es esencial en este proceso. Tiene que ser un experto observador y proveer actividades multisensoriales durante el proceso.

El éxito se forma de una serie de pequeños logros y satisfacciones que dan una motivación continuada al alumno para que siga adelante. De nuevo, es la mentalidad positiva del maestro como modelo que apoya al alumno.

Visualicen un “Iceberg” donde pueden ver únicamente la punta. Esa punta se llama éxito. Es observable, es tangible. Sin embargo, las “raíces” del “Iceberg” conllevan una serie de elementos imprescindibles para dar tal resultado. El maestro tiene que apoyar al alumno a ejercitar los siguientes aspectos:
1. Tener persistencia en los proyectos a largo plazo. El maestro tendrá que dar las oportunidades a los alumnos para escoger los proyectos que les interesan y el tiempo necesario para realizarlos.
2. Tener la disciplina necesaria para manejar el tiempo dentro y fuera de clase para avanzar en el proyecto.
3. Tener dedicación a lo que se está haciendo. Es poner atención en el proceso necesario durante el proyecto. La dedicación demuestra su motivación interna para lograr los objetivos del proyecto.
4. En el camino, habrá desilusiones que puedan frustrar al alumno. Sin embargo, tiene que aprender a manejarlas para poder seguir adelante.
5. En vez de permitirse salir con amigos, habrá de hacer el sacrificio de no hacerlo porque su proyecto demanda que siga trabajándolo.
6. Eso significa trabajo arduo pero al fin del proyecto, sabrá que valió la pena.
7. Durante el proceso se darán errores y fracasos que son necesarios para aprender de ellos, hacer las correcciones que se necesita hacer y seguir adelante.

Notamos que lo que vemos del “Iceberg” es apenas un punto en comparación a lo que está más profundo en el mar; no se formó en un instante, igual es con el éxito, hay que hacer grandes esfuerzos y tomarse el tiempo necesario para lograrlo.

El inicio escolar debe ser el inicio del camino al éxito. Maestros su apoyo es esencial. Éxito en el 2018.

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