Raymond J. Wennier
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Ha llevado bastante tiempo, pero las empresas de todo tamaño, están cambiando su criterio acerca del organigrama administrativo; en vez de ser de arriba hacia abajo la línea de autoridad y con un liderazgo más autoritario sobre sus empleados, han cambiado a una administración más plana, con más comunicación con sus colaboradores sobre temas de mucha importancia y tomando en cuenta las opiniones concretas y críticas sobre las políticas de la empresa.

Las habilidades que se han tenido como necesarias en la producción y comercialización de sus productos o servicios, han sido llamadas “rígidas”. Ellas son acciones correctas todo el tiempo, teniendo el mismo patrón para llegar a un resultado conforme a un diseño estándar. Son acciones repetitivas y precisas para asegurar que cada unidad del producto o sus servicios, sean iguales siempre. Es lo que llaman “calidad”.

Un ejemplo de la repetición precisa para producir sus productos son las cadenas de comida rápida. No importa dónde estén, los tiempos, los barrios o países, hasta las decoraciones son iguales, no digamos la exigencia del producto en sí. Es lo que llamo “sistema cerrado”. Las habilidades requeridas para satisfacer las demandas en el trabajo son “hard skills”.

Antes, las actitudes de las empresas, fueron que el producto era más importante que el cliente. “Le gustan los productos, que bien, y si no, no nos importa mucho”. Sin embargo, ahora, han puesto en primer lugar al cliente, al ser humano y sus criterios y necesidades, siguiendo el cambio en los organigramas administrativos y en hechos.

Entonces, ese cambio de énfasis requiere otros tipos de habilidades, no tan medibles, que sirven sólo para llenar los informes estadísticos; ahora son determinantes las “soft skills”.

Esas habilidades son más flexibles donde hay más interacción y comunicación con los colaboradores internos y con los clientes. Aún las empresas de cadena están dando preeminencia a esas habilidades sobre las más rígidas. Es lo que llamo “sistema abierto”, más de una forma de lograr metas y objetivos específicos de la empresa.

La Fundación Carnegie y el Centro de Investigación de la Universidad de Stanford han concluido que el 85% del éxito del trabajo viene de tener “soft skills” bien desarrollados, además de las habilidades de relación con las personas, mientras el 15% del éxito es de habilidades técnicas y conocimientos que son determinadas “hard skills”.

Se ve a estas tendencias, dar más importancia a las “soft skills” aún en las entrevistas que las empresas hacen para decidir si emplean a un candidato.

El término “soft skills” efectivamente se inició en el año 1959 por el “Protocolo de Entrenamiento del Ejército de Estados Unidos”. En 1968 el Ejército cambió el nombre a “Systems Engeneering of Training” y en 1972, inició el uso del término “soft skills” por medio del “Manual de Entrenamiento del Ejército”.

Wikipedia explica las “soft skills” como “una combinación de las habilidades de trato con las personas, las sociales, de comunicación, de rasgos del carácter, actitudes, inteligencia social, inteligencia emocional, para navegar efectivamente en su ambiente, trabajar bien con otros, actuar bien y lograr las metas, completando las “hard skills”.

Sí, las “soft skills” son más importantes para este siglo.

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