Javier Monterroso

Desde hace 200 años se denomina conservadores a los grupos opuestos a los cambios políticos y sociales, en un principio los conservadores eran quienes defendían la monarquía y el poder de la Iglesia Católica frente a la ilustración y posteriormente frente a la Revolución Francesa y sus ideas de libertad, fraternidad e igualdad y laicidad; durante el siglo XIX en todo el mundo occidental los movimientos conservadores lucharon contra los liberales en los planos político, económico y moral, al comenzar el siglo XX el liberalismo había triunfado en lo político instaurándose sistemas democráticos en la mayoría de países y en lo económico adoptándose el sistema capitalista de libre mercado.

Pero una vez establecido el sistema liberal estos adoptaron posiciones conservadoras en lo moral y lo social, podría decirse que lejos de ser derrotado el conservadurismo impregnó a la segunda generación de liberales, quienes se convirtieron en conservadores frente a las nuevas demandas sociales de mayor equidad económica, así durante el siglo XX surge una nueva contradicción entre los conservadores que apoyan la propiedad privada, el libre mercado y las elecciones como forma de acceso al poder, frente al socialismo que lucha por la equidad y abolir la propiedad privada de los medios de producción, los conservadores ganaron la batalla frente al socialismo aunque a cambio se tuvieron que reconocer derechos económicos y sociales en la mayoría de países. Paralelo a esta lucha el conservadurismo perdió otras batallas como la emancipación y el voto de las mujeres o la igualdad de derechos para las minorías raciales.

En el siglo XXI la lucha de los conservadores es frente al ecologismo que busca proteger el medio ambiente, contra el movimiento de mujeres y de la diversidad que promueven el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, contra los movimientos indigenistas que buscan mayor independencia, y por supuesto contra los resabios de la izquierda política (sea socialista o socialdemócrata). Por lo tanto si usted cree que la religión no sólo es un sistema de creencias espirituales y morales sino también una guía aplicable a la política y las políticas públicas, si cree que el calentamiento global y el cambio climático es un mito, si está en contra de la planificación familiar por medio del uso de anticonceptivos, si está en contra del reconocimiento de la diversidad sexual y de los derechos colectivos de los pueblos indígenas y si además está en contra de las políticas sociales usted es un conservador.

En Guatemala los conservadores siempre han tenido mucho poder político y económico, mantienen importantes cuotas de poder en el Congreso y las Cortes, tienen el control del Ejecutivo y de la Municipalidad de Guatemala y de la mayoría de centros educativos privados, y en alianza con la jerarquía de la Iglesia Católica y los pastores neopentecostales logran generar un frente que no permite avanzar en los derechos de tercera y cuarta generación.

 

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