Jorge Santos

Esta semana que culmina deberá ser recordada como una emblemática por constituirse en excelente ejemplo de cómo el poder se colude para concentrar riqueza generando miseria, exclusión, despojo y saqueo. La jornada de represión en los territorios del Pueblo Q´eqchi´ se repite en las mismas condiciones de violencia e ilegalidad que durante siglos le han despojado de sus posesiones.

A inicios de la semana, fuimos testigos del desalojo de la comunidad Chab´il Ch´och´ en Livingston, Izabal, posteriormente fue desalojada la comunidad La Cumbre en Tactic, Alta Verapaz y se conoce que se llevarán a cabo otros en comunidades de Senahú y La Tinta. Lo más dramático del primer desalojo son los intereses que se protegen a través del ejercicio de la violencia injustificada y con serias dudas de la legalidad del mismo. Según el artículo de Luis Solano publicado por el Centro de Medios Independientes de Guatemala (CMI-G) Chab’il Ch’och’ se constituyó a partir del trabajo en calidad de mozos colonos, que durante décadas varias generaciones habían realizado en Chinamachacas. No fue sino hasta mucho tiempo después que esta población supo que la propiedad había pasado a manos de Rodrigo Lainfiesta Rímola y del ex Presidente de la República, hoy detenido por actos de corrupción y lavado de dinero, Otto Pérez Molina.

Por su parte, la población que habitaba en la comunidad La Cumbre de Tactic Alta Verapaz, ha sufrido sucesivos despojos de tierra; el primer desalojo con fines de apropiación espuria e ilegal se documenta en 1903. El denominador común en ambos desalojos es la violencia empleada y los mecanismos en los que la institucionalidad pública rompe la legislación que dice defender. Las denuncias y fotografías tomadas evidencian acciones que sin lugar a dudas se constituyen en ilegalidades, las cuales deberán ser investigadas para responsabilizar penalmente a las y los responsables de tales hechos. Además de investigar la legalidad de la orden misma, debe hacerse en relación con el uso de armas letales por parte de elementos de la Policía Nacional Civil y la participación de civiles, presuntamente empleados de los supuestos propietarios, quienes con armas de fuego y frente a elementos de la PNC amenazaron y violentaron a mujeres, niños y niñas, hombres y adultos mayores. Se quemaron las precarias viviendas de las y los habitantes en Chab´il Ch´och´ en el marco del desalojo violento.

Es un hecho a todas luces comprobable, que los mecanismos históricamente utilizados para el despojo y expropiación de la tierra que le pertenece a los pueblos continúan intactos, tal cual fue durante la colonia, la República cafetalera y el Conflicto Armado Interno. Lamentable es que con esta oleada de violencia, represión y despojo actores fundamentales como el Ministro de Gobernación esté como mínimo haciendo la corte y el favor al Pacto de Corruptos.

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