Juan Antonio Mazariegos G.

Esta semana la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró con lugar, en primera instancia, un amparo promovido por diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que busca la restitución de la carrera de magisterio en institutos de nivel medio educativo, hecho que pone en riesgo el gran avance que había tenido el país en materia de educación, cuando se logró la profesionalización universitaria para los futuros educadores de nuestros niños.

En Guatemala, acostumbramos pelear porque se cumplan los mínimos de días de clase durante un ciclo escolar y en consecuencia estamos bastante distantes de enfocarnos en la calidad u objetivos de esa educación, sin embargo, debemos de comprender que no hay otra vía para buscar el desarrollo integral o para luchar y salir de la pobreza que no pase por enfocarnos en que las nuevas generaciones de guatemaltecos tengan las mejores herramientas educativas y precisamente esas herramientas serán mejores y mejor entregadas en la medida que los profesores se encuentren mejor preparados.

La motivación de los amparistas resulta evidente, nos acercamos a toda velocidad a años electorales y quedar bien con el magisterio actual o con los alumnos de magisterio para que estudien únicamente en nivel medio y menos años, bien vale un rato colorado, sin importar que en el proceso quede hipotecada la calidad educativa de millones de niños que al final de cuentas hace falta mucho tiempo para que voten.

Según entiendo, dentro del amparo en cuestión se invocaron violaciones constitucionales por la forma en la que el Ministerio de Educación decidió modificar la manera en que se estaban formando los docentes en el país y de conformidad con noticias de prensa, nunca se publicó un acuerdo que de manera general estableciera el cambio que se realizó.

El amparo ha sido resuelto únicamente en primera instancia, falta aún que la Corte de Constitucionalidad ratifique o revoque la resolución de la CSJ, sin duda es un proceso al que hay que prestar atención, sumar argumentos y buscar a toda costa que se mantenga la calidad de la educación de nuestros profesores, eso debería de ser también de beneficio para ellos, aunque con el pavoroso desempleo que vive Guatemala es comprensible que se desee terminar lo más pronto posible cualquier carrera, también aplica que a mejor preparación, mayores probabilidades de poder encontrar un empleo. En este caso está en juego el futuro del país, hablamos de quienes forman y preparan a los guatemaltecos del mañana y sin duda ellos y a quienes educan deben de contar con las mejores herramientas para prepararse.

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