Grecia Aguilera

Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala publicó en el año 2016 la tercera edición del libro “La Fauna Silvestre de Guatemala” del licenciado en Ciencias Biológicas Luis Villar Anleu, que puede ser adquirido en Librería Universitaria, en el MUSAC y también en SOPHOS. Para el autor “La fauna silvestre, antes que otra cosa, es un bien de la Naturaleza, la fauna tiene un valor intrínseco, un valor por sí misma.” Y agrega que “Toda criatura de la vida silvestre, en cuanto que es una manifestación única de la Creación (y de la evolución) es digna de un respeto mayor del que suele dársele. Algunas personas aseguran que se necesita tanto respeto a la vida silvestre que hablan de la urgencia de ser más bioéticos, agregando que el irrespeto es casi como una condición de genocidio.” Dentro de esta obra se encuentra el tema “Los animales del patrimonio guatemalteco” que abarca peces, anfibios, reptiles, aves y los mamíferos. Cada especie estudiada tiene subdivisiones que tratan su relación con los seres humanos, causas de extinción, sus vínculos con la tradición cultural guatemalteca y principalmente su conexión dentro de los textos del “Popol Wuj”. Por ejemplo en la sección que se refiere a las aves se lee: “La característica morfológica más evidente de las aves es la presencia de plumas como recubrimiento de la piel; su distintivo básico. Otra es la profunda transformación de los miembros delanteros en alas, lo cual les permite el vuelo independiente.” En la parte con relación a los seres humanos cuenta el autor que “Alguien dijo, en algún lugar del mundo y en tiempo no precisado, que el Hombre no podría vivir sin las aves pero ellas sí lo harían sin él. Sintética reflexión que engloba la profunda dependencia que el primate más astuto de todos tiene por los emplumados organismos. Sólo en los últimos tiempos el ser humano ha aprendido a valorar la importancia de las aves en la Naturaleza y en su propia vida.” Ahora bien, en el segmento donde se describen las causas de extinción de las aves, encontramos la explotación excesiva y destrucción de su hábitat. Y en la parte que corresponde a los textos del “Popol Wuj” se relata que las aves “Fueron parte esencial de la vida diaria de los antiguos Mayas.” Dentro de los temas más interesantes del libro encontramos el titulado “Más allá de ser animales”, es decir animales de Guatemala que “Poseen valores culturales particulares… que por cuestiones propias de identidad social, el guatemalteco les ha dado sentidos únicos, especiales, y a través de ellos los distingue de las demás. El significado puede ser religioso, artístico, literario, cívico, épico. Lo importante es que represente un valor cultural distintivo.” En tal sentido, en esta sección del libro se narra la famosa leyenda de la lagartija que el Santo Hermano Pedro de Guatemala convierte en una hermosa joya, para socorrer a un “Zapatero remendón, de Santiago de Guatemala, que se debatía en penuria por reducción de los encargos que hasta entonces le hacían con frecuencia… Angustiado, lo único que se le ocurrió hacer fue ir al beaterio de Belén, para implorar la ayuda del Hermano Pedro. El futuro santo, sin nada material que darle, atrapó una lagartija verde que bajaba por una pared del jardín, y envolviéndola con gran primor y cuidado en un paño se la dio. Extrañado, sin saber qué hacer con ella, el zapatero se fue de regreso a casa. Al llegar le contó el extraño suceso a la esposa quien, dicen, se encolerizó y arrojó el paquetito a la pared. Pero, al dar con ésta, un ruido metálico surgió del paño. Temeroso, el zapatero lo recogió, lo abrió y ¡cuál no sería su sorpresa al encontrar, en vez del animalito de carne y hueso, una preciosa joya de oro, con ojos de brillantes, y adornos de rubíes y esmeraldas de deslumbrante verde!”

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