Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“La pena de muerte se convierte en un espectáculo y en un motivo de compasión desdeñosa para algunos; ambos sentimientos ocupan más el ánimo de los espectadores que no el saludable temor que pretende inspirar la ley.”
Cesare Beccaria

Desde hace algún tiempo, se reinició el debate sobre la aplicación de la pena de muerte, misma que se encuentra contemplada en nuestra Constitución, pero dado a que después de un proceso judicial, queda en manos de una persona que no ha conocido el mismo, ordenar el cumplimiento de la condena, se consideró buscar una solución legal a este entuerto, por lo que ha quedado momentáneamente fuera de aplicación.

Ha encendido los ánimos, y con razón, los acontecimientos acaecidos la semana pasada en el Hospital Roosevelt, que dejaron un resultado por demás sangriento, sin que estemos dentro de un conflicto armado y por el momento no somos blanco de ningún grupo terrorista, suceso que reavivó el debate, y aparentemente continuará, por lo que creo necesario realizar las siguientes consideraciones:

En varios países se aplica la pena de muerte, pero debido a nuestra idiosincrasia, probablemente se hace más que necesario tomar como referente a China, en este país no existe consideración alguna en relación a la aplicación de esta pena, como dato interesante, en ese país existe la pena de muerte por corrupción, en contraposición la administración pública de ese país, ofrece a todos los ciudadanos, sin distingo alguno acceso a todos los servicios públicos básicos, sean habitantes de las ciudades o del campo, solamente así consideran convivir en una sociedad cuyo bastión sea la justicia social.

Los delitos a los que se aplica la pena capital son variados, y se ha descubierto, tiempo después de aplicarla que algunos ejecutados eran inocentes.

En Guatemala, ¿Qué gobierno ha mejorado tan solo los servicios públicos básicos? Ninguno, cada cual es peor que el anterior, ¿Qué trae consigo la pobreza? Desesperación, impotencia, muerte, y como resultado deshumanización, seres, si así se les puede llamar, a los que les da igual vivir que morir, porque son invisibles para una población que si puede satisfacer sus necesidades, somos una sociedad tremendamente egoísta, cortoplacista, egocéntrica y poco humana en general, el resultado: Hemos engendrado demonios, y buscando el camino más fácil, la solución es eliminarlos, sin darnos cuenta que si eliminamos cien, aparecerán mil, porque mientras no se ataque la causa de raíz, la consecuencia invariablemente será la misma, violencia genera siempre violencia.

He vivido en carne propia el efecto de la violencia que carcome nuestro país, mataron de un tiro en la cabeza a mi hermano, padre de dos niñas, hombre honrado, arquitecto, trabajador, ¿Qué si nos dolió? Aún nos duele como familia, pero si alguien hubiera señalado a los asesinos, y nos hubiera puesto en la mano a cada uno una pistola, ninguno hubiéramos disparado.

Fui víctima no solamente de secuestro y violación por parte de unos degenerados, posteriormente, manos oscuras se encargaron de convertirme de víctima a victimaria, casi todos los medios de comunicación me señalaron como mínimo de mujer ligera, imploré justicia, y esta me fue denegada tajantemente.

En un sistema como el nuestro, en el que impera la ley del más fuerte, y el más fuerte desafortunadamente, no necesariamente es la mejor persona, estaremos siempre a merced de alguien, porque ¿A quién le sirven los mareros? Al crimen organizado, ¿Y a quién le sirve el crimen organizado? A los delincuentes de cuello blanco que, además, tienen leales servidores en todas las instituciones, y cuando escribo todas, es todas, no existe una impoluta.

A los que promueven la aplicación de la pena de muerte, debería preocuparles ¿A quién se aplicaría? A quienes dejan morir niños por desnutrición, a los que no aplican justicia social, a los que corrompen y a los corrompidos; a los mareros responderán, ¿Y a quiénes los utilizan? ¿Y a quiénes utilizan a los que los utilizan? Mientras sigan existiendo las causas, seguirán existiendo los efectos, ataquemos por lo tanto las causas, los efectos por inercia desaparecerán.

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