Marco Tulio Trejo Paiz
Nacional e internacionalmente ha sido conocida la Fiscal General Thelma Aldana por golpear duramente y en la cabeza a los carirraídos de la corrupción.
Los delincuentes, llamados “dignatarios” y demás funcionarios públicos han sido puestos en su sitio, la cárcel, por ser autores del saqueo multimillonario de los dineros del pueblo.
Por su valiente lucha contra esos autores del amillonamiento desenfrenado y escandaloso.
Falta poco tiempo para que la famosa funcionaria termine su período legal.
Realmente es digna de merecer la reelección para trabajar otro período funcional, dada su patriótica actuación de dama que se abstiene de agacharse por lo imaginable…
Los insaciables corruptos que no querrán que la licenciada Aldana siga al frente de la mencionada posición, son capaces de maniobrar politiquientamente para que deje la Fiscalía a las malas del diablo, o sea cabalgando pecaminosamente con sus secuaces como los de La Línea…
Los corrompidos encarcelados por el archimillonario latrocinio, que vienen viendo la luz a cuadros, han afectado al régimen imperante y a la pobrería, porque el desarrollo social brilla por su ausencia.
Ya veremos qué pasa en la elección de quien las pueda en la selección del o de la titular de la Fiscalía General.
Es deseable y de esperar que todo resulte beneficioso para el país que se encuentra casi completamente abandonado.
En vez de avanzar caminamos como el cangrejo, infortunadamente para atrás.
Los horizontes de este sacro suelo centroamericano están bastante sombríos.
No nos es posible extasiarnos en los luminosos celajes de otros tiempos, gracias a la politiquería del corrompido, asaz, desprestigiado y repudiable partidismo que nos da un mal ejemplo en el Congreso de la República.
Ese Legislativo es el peor que ha tenido nuestra patria a lo largo de la historia republicana y que se halla en situación de impotencia como en los tremedales del fatal destino.
Juan Pueblo está compungido, pero con esperanza de que, dejando a un lado a los incorregibles marrulleros de la politiquería, puede solucionarse la problemática situación de atraso de nuestra malhadada Guatemala.
