Félix Loarca Guzmán
El académico guatemalteco, Doctor Rafael Cuevas Molina, Director de la Revista Electrónica Con Nuestra América que se edita en Costa Rica, realizó un estudio sobre el papel de los medios de comunicación en el fenómeno mundial de la globalización.
Conforme este análisis, en el contexto globalizado, los países poderosos no solo manejan los medios de comunicación, sino también los soportes tecnológicos.
Cuevas Molina dice que la globalización ha permitido el surgimiento de grandes emporios comunicacionales, que concentran poder y que hacen uso de él en función de intereses de gobiernos y corporaciones del sistema capitalista. Es una forma de dominación social.
En ese contexto, no es extraño que apliquen estrategias comunes en muchas partes. La primera de estas estrategias, es desinformar sobre lo que va en contra de los intereses corporativos que defienden, lo que equivale a ocultar, borrar, hacer como que algo no existe. En ese sentido, los medios de comunicación no mienten sino omiten.
El estudio del Doctor Cuevas Molina, añade que la segunda estrategia es mentir abiertamente, y luego si es necesario rectificar cuando ya la bola se ha ido cuesta abajo y se ha transformado en avalancha. Mienten abiertamente o de forma sesgada, pero mienten; difunden imágenes que atribuyen a ciertos hechos cuando en realidad pertenecen a realidades, lugares y situaciones distintas.
El experto internacional de comunicación Ignacio Ramonet, señaló recientemente que la actual atmósfera de permanente acoso mediático ha producido una insidiosa desinformación sobre Venezuela.
Todos los días la prensa hegemónica de América Latina, incluida la de Guatemala, publica información sesgada en contra del gobierno del Presidente Nicolás Maduro, ocultando que los disturbios callejeros de las últimas semanas, en algunos casos son montajes organizados por una cadena extranjera de televisión.
En otros casos, han sido “protestas pacíficas” pero con bombas molotov y otras armas, protagonizadas por grupos financiados con recursos económicos enviados desde el norte del continente para mantener “viva” la oposición al gobierno de Caracas, que ha resultado ser un régimen molesto para los intereses del Aguila Imperial por sus políticas nacionalistas.
