Marco Tulio Trejo Paiz

En la capital y en algún otro departamento de la República funcionan escuelas de automovilismo que, como se supone, preparan mal a personas que por primera vez solicitan licencias para manejar vehículos de uso público y de uso privado.

Según referencias de personas que están bien enteradas de cómo se cuecen las habas en las mencionadas escuelas, legalmente se cobra la “capacitación” irregular violando las disposiciones de las autoridades de tránsito.

Sin embargo, el cobro revestido de legalidad es relativamente de moderada cuantía, pero se ocasiona mucha demora para resolver la gestión. En cambio, si no se demora el documento de aptitud para conducir vehículo por primera vez, el cobro puede exceder de lo que está establecido; puede ser que ascienda a dos mil quinientos quetzales verdes, verdes…

Las autoridades del ramo, en beneficio de los conductores de patas de hule públicos y privados, deben investigar la forma en que se están extendiendo los documentos de capacitación para conducir vehículos en calles y carreteras del territorio nacional, pues de lo contrario los aparatosos percances de tránsito continuarán produciéndose a la orden del día arrojando saldos de muertos y heridos.

Los incipientes pilotos, sin experiencia, son tan irresponsables que se embriagan sin que los controlen los inspectores para velar por la seguridad de la gente que utiliza los transportes. Hay conductores que por madrugar y hacer peligrosa competencia a otros conductores cometen muchas imprudencias.

Lo peor de lo que ocurre, tanto en las rutas rurales y urbanas es que la autoridad no exige documento alguno en que conste que los propietarios de las cacharpas han adquirido los seguros que garanticen la indemnización de las personas que son víctimas de los accidentes que se van en los barrancos o en cualesquier otros lugares peligrosos.

Hay tremendos encontronazos frontales de pesados y livianos vehículos provocados por abusar de la velocidad o por cualquier otro motivo.

Juan Pueblo exige ver qué pasa en las escuelas de automovilismo y en calles y carreteras en general. ¡Y para luego es tarde!!!

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