Eugenio R. Fernández
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Escucho en Washington al presidente de los Estados Unidos Donald John Trump afirmar que va a construir muros y a renegociar tratados de libre comercio y en Davos al presidente de China Xi Jinping (de China comunista!!!) afirmar que él va a ser el mayor promotor y defensor de la globalización y los mercados libres del planeta.

Si alguien hubiera hecho una película del futuro del 2017 hace 10 o 15 años y hubieran pasado los discursos del nuevo presidente de Estados Unidos y del presidente de China, creo que todos nos hubiéramos muerto de la risa y nos hubiéramos burlado del guionista, pensando que sin duda hubiera estado bajo efectos de alguna droga para poder concebir tal locura.

Hoy en día se hace más difícil y sumamente complicado tener una visión compartida de cómo pudiéramos construir un futuro de un país; esto no es una problemática exclusiva de Guatemala. La democracia y el comunismo del 2107, significan y representan cosas muy distintas de lo que algunos años atrás significaban. Si apoyo el libre mercado hoy ¿Soy acaso comunista? Si no estoy de acuerdo con el muro ¿Qué soy?

Vemos como el proceso de elección presidencial de los Estados Unidos, es solo un reflejo de lo que pasa a nivel mundial y de lo que pasa también aquí en Guatemala. El tema que más polariza a nuestra sociedad hoy en día es la presencia de la CICIG en nuestro territorio. Esta entidad incide en asuntos que se consideran internos y polariza pues es un mal necesario para el país. Reconocer que necesitamos a la CICIG es reconocer que nuestras instituciones no son capaces de funcionar adecuadamente.

La figura del comisionado Iván Velásquez y su rol en el país, tiene el efecto de enfrentarnos a un espejo que retrata a la sociedad guatemalteca como nunca lo había hecho nadie. Es desnudar nuestra doble moral y nuestra cultura de ilegalidad que está generalizada, sin distinción de raza, género, religión, ni estatus social o económico. Él nos obliga a mirarnos al espejo, de una forma que nos incomoda, pues no nos gusta lo que vemos. Es por eso que muchas personas, de forma desesperada, están haciendo verdaderos esfuerzos por enmarcar la lucha contra la corrupción y la labor de CICIG en una lucha ideológica.

Y como pasa en el marco mundial ¿Qué significa apoyar a la CICIG en su lucha contra la corrupción? ¿Qué soy izquierdista o progresista? Si luchar contra la corrupción es un movimiento izquierdista, ¿En dónde ubicamos a la derecha? Podemos no estar de acuerdo en todo y todo es criticable, pero querer deshacerse de la CICIG en Guatemala ¿Qué dice de los que promueven esa idea?

Creo que tarde o temprano, lo que este Comisionado va a lograr es que los guatemaltecos nos sentemos en la mesa y decidamos qué país queremos tener. Tenemos que reconocer verdaderamente lo que somos; enfrentar nuestras debilidades y trabajar con nuestras fortalezas para construir un mejor país para todos los guatemaltecos, en libertad y justicia para todos, como una nación, como un pueblo.

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