Grecia Aguilera

El viernes 8 de julio de 2016 en horas de la mañana, la Embajada de la República Argentina en Guatemala conmemoró el Bicentenario de la Independencia de su país, con el solemne acto de colocación de la ‘Ofrenda Floral’ en el monumento a José de San Martín (1778-1850) en la Plaza Argentina ubicada en la Avenida de las Américas. En esta ocasión fueron colocadas al pie de la estatua del libertador seis hermosas ofrendas florales, otorgadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, la Embajada de la República Argentina, la Municipalidad de Guatemala, la Escuela Tipo Federación José de San Martín, la Escuela República Argentina y el Ministerio Público. Rodeado por una fresca y dadivosa fuente, este magnífico monumento simboliza para mí un manantial de sabiduría. Visto de frente, se alza hacia las nubes un imponente muro de concreto que mide 15 metros de altura, el cual culmina con la bandera de Argentina en la que se puede observar el cielo azul a través de sus dos aberturas horizontales, superior e inferior, mientras que la banda central está recubierta de mosaicos blancos reluciendo en su centro el Sol de Mayo, que representa al dios del Sol Inca llamado ‘Inti’ el cual posee un rostro humano. En el muro se leen las célebres palabras del visionario José de San Martín que declaran: «Yo nada temo del poder de este Continente siempre que estemos unidos de lo contrario sufriremos males incalculables.» La Excelentísima Señora Embajadora de la República Argentina en Guatemala María Margarita Ahumada, agradeció las ofrendas florales en homenaje a José de San Martín manifestando que de igual forma son dedicadas «A todos los héroes y heroínas de la Independencia, quienes son también hermanos y compañeros de lucha de todos los pueblos de esta América.» Y expresó en su discurso que «Estamos conmemorando hoy los 200 años de nuestra Independencia Nacional, que está íntimamente ligada con lo que dice nuestro Himno Nacional: ‘Sean eternos los laureles/ que supimos conseguir/ coronados de gloria vivamos/ o juremos con gloria morir.’ A esas palabras fueron fieles los hombres y mujeres que gestaron la Independencia de nuestro país el 9 de julio de 1816, haciendo frente a las dificultades internas y externas en un momento en que muchos sentían miedo de tomar la decisión de ser un país independiente; ellos avanzaron y lo consiguieron… La Independencia de nuestro país no fue un punto final, fue un punto de partida y estamos en ese camino y lo seguiremos estando.» Luego el lunes 11 de julio de 2016 la Embajadora María Margarita Ahumada ofreció una distinguida recepción en el Hotel Intercontinental, a la que asistió el Canciller guatemalteco Carlos Raúl Morales Moscoso, quien expuso en su alocución que «Las relaciones diplomáticas entre nuestros estados fueron establecidas el 2 de octubre de 1918, permitiendo a lo largo de estos 97 años fortalecer nuestros lazos de amistad y estrechar nuestras relaciones políticas y de cooperación. En ese marco Guatemala desea agradecer el continuo apoyo del Gobierno de Argentina en materia de Seguridad y Justicia brindando una serie de valiosos elementos, que han colaborado con el funcionamiento de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG.» En 1825 José de San Martín le escribió a su pequeña hija Mercedes Tomasa San Martín y Escalada, más conocida como ‘Merceditas’, una serie de Máximas en las que predominan el amor, el respeto al prójimo y a la Patria. Mencionaré por ejemplo «Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira; Estimular la caridad a los pobres; Respeto hacia la propiedad ajena; Acostumbrar a guardar un secreto; Respeto hacia todas las religiones; Amor a la Patria; Hablar poco y lo preciso.»

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