Rolando Alfaro Arellano
Dedicado a los funcionarios que desean reformar el Estado.
Y, último.
En el artículo anterior tomé la iniciativa de adelantar algunas ideas que espero sirvan a los funcionarios, miembros de los tres organismos del Estado, a efecto de reformar el grave atraso en que se encuentra nuestro país en lo ejecutivo, legislativo y judicial.
En materia de administración, conviene resaltar lo más urgente a desarrollar, así el renglón seguridad, crear una conciencia de respeto hacia las autoridades, especialmente considerando su formación de defender a la población con una nueva imagen de servicio que oriente y de confianza a nuestra población; sumamente de interés resulta el campo educativo en el que deberá instruirse a los alumnos para que respeten nuestros valores patrios, cultura, y civismo.
Asimismo, en materia ambiental, deben tener muy en cuenta, el cuidado del entorno humano, en general, y de los Recursos Naturales, en especial.
Además, han de ser muy celosos los funcionarios que han enviado iniciativas de ley y que desde hace varios años se encuentran engavetadas en el Congreso de la República. Tal atraso debe ponerse al día.
Y, siempre en este renglón deberá mejorarse la Salud Pública.
En materia Judicial, lo que algunos manifiestan estar interesados, deben éticamente ser sinceros en respetar a los que, en verdad, han realizado la misma desde sus años de estudiantes y los diferentes cargos que han servido, sin excepción alguna y desechar el tráfico de influencias.
En ese sentido, los funcionarios interesados en este tema deberán examinar las fechas de emisión de los reglamentos generales de tribunales, a efecto de no cometer injusticias.
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A lo anteriormente descrito, se debe señalar que en la administración del Dr. Edmundo Vásquez Martínez, años 90, se examinaban a los abogados de carrera que querían ser jueces o magistrados, sin ninguna clase de interferencia, en la propia Corte Suprema de Justicia.
Finalmente, es de urgencia nacional, que los señores legisladores rescaten los programas como el de UPAT, a efecto de poder contar con un cuerpo de asesores éticamente responsables sin tener que comprometer su carrera política.
Entonces, al cubrirse estas sugerencias Guatemala y sus habitantes ya podrán vivir en paz con sus familias y conciudadanos.
