Eduardo Blandón

A mediados del siglo pasado, el filósofo francés Jean-Paul Sartre, reunió una serie de artículos, publicados en español bajo el título ¿Qué es literatura? La obra constituye una reflexión centrada en la responsabilidad del intelectual en la vida política de una sociedad. Texto vigente aún e iluminador en fechas de penumbra y agotamiento ético.

La idea de Sartre es que el intelectual, al no poder ser neutral, tiene una tarea fundamental en el estado de cosas. Al considerar que escribir equivale a actuar, un texto es por naturaleza “revolucionario”, pues lleva en sí la semilla del cambio social. Es una especie de arma con la que se dispara con propósitos nada inocentes.

“Sabe que las palabras, como dice Brice-Parain, son ‘pistolas cargadas’. Si habla, tira. Puede callarse, pero, si ha optado por tirar, es necesario que lo haga como un hombre apuntando a blancos, y no como un niño, al azar, cerrando los ojos y por el solo placer de oír las detonaciones”.

Aun cuando el escritor sea mediocre o evasivo, el intelectual debe ser consciente que su labor profética es irrenunciable.  Por ello, Sartre reclama una actividad responsable en la que el decir tenga impacto y provoque los cambios esperados en las sociedades injustas en las que lamentablemente se sitúan los marginados.

“Por tanto, si un escritor ha optado por callarse en relación con un aspecto cualquiera del mundo o, según una expresión que dice muy bien lo que quiere decir, por pasarlo en silencio, hay derecho a formularse una tercera pregunta: ¿por qué hablas de esto antes que de aquello y, ya que tú hablas para cambiar, por qué quieres cambiar esto antes que aquello”.

La reflexión es oportuna, puestos hoy rodeados de intelectuales (si así pueden llamarse) venales. Al estilo de la periodista que la semana se prestó al escándalo, con el propósito de favorecer los intereses de personajes oscuros. Un “profesional” así, se encuentra en las antípodas de lo propuesto por el pensador francés y no hace sino palidecer el oficio, empleado únicamente para llenar sus bolsillos.

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