Marco Tulio Trejo Paiz

Las ergástulas de los centros carcelarios de todo el país están como a desbordarse de reos de diferentes delitos; algunos ya están sentenciados y otros todavía se encuentran pendientes de serlo.

Esos centros penitenciarios están sujetos al control de jefes y subalternos para su normalidad, pero las reyertas se producen con bastante frecuencia con trágicos saldos de muertos y heridos.

El Ministerio de Gobernación es el máximo encargado de mantenerse al tanto del funcionamiento de los presidios. No obstante, imperan los bochinches, lo cual puede ser una consecuencia del hacinamiento de presidiarios y la falta de eficiente vigilancia de las autoridades que directamente ejercen el respectivo control.

Cada día salen libres algunos reos, pero asimismo entran otros en menor o mayor número, y eso realmente contribuye a complicar las situaciones de violencia.

Hay quienes piensan que la solución de la gran cantidad de presos se lograría construyendo más establecimientos carcelarios; otros opinan que deberían hacer campos de trabajos que hagan posible la producción alimentaria de los delincuentes condenados en todas las instancias, sin que esos centros sean comparables a los de exterminio que hizo la Alemania hitlerista durante la Segunda Guerra Mundial para castigar con derroche de atrocidades a millones de seres humanos, hombres, mujeres y niños sin respeto al humanismo. ¡Se recuerda con horror el diabólico campo de Auschwitz!

Es cuestión de humanizar aunque sea un poco las prisiones existentes y por existir en los departamentos de todo el territorio nacional. Eso es importante y de mucha urgencia. ¡Y para luego es tarde!

A los hombres y a las mujeres que han cometido hechos criminales con desprecio de la ley deben ser tratados con rigor y sin distingos de ninguna especie; mas, eso sí, dentro de la ley y respetando los decantados derechos humanos que, a ratos, dan la mala impresión de ser inhumanos por motivo de no aplicarlos con apego a la justicia.

Juan Pueblo exige que, sin más dilación, sean resueltos los problemas de las inundadas cárceles de toda la República.

Artículo anteriorDe nuevo, remesas por US$6 mil 284 millones aportan más que los 4 principales productos de exportación
Artículo siguiente¿Cuál es el juego con la CC, Jimmy?