Roberto Arias

Dentro de las vicisitudes que se le atribuyen a Sandra Torres hay acusaciones de asesinatos -Hugo Arce y Rodrigo Rosenberg entre los más notorios-; escándalos amorosos ligados a la guerrilla como la comandante Marta y un divorcio estratégico que pesan profundamente al contender por la Presidencia de la República de Guatemala con una persona que no tiene un pasado conocido como turbio. Pero hay otros asuntos sobre Sandra que la población en general seguramente no recuerda, aunque sí lo supo en su momento.

Colom tomó posesión como presidente de la República en enero de 2008, con la política de la gratuidad de los servicios de salud a la población. La Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (Unaerc) se vio gravemente afectada, especialmente en el aspecto financiero, ya que en octubre de 2008, Sandra Torres visitó las instalaciones girando órdenes al Consejo de Administración. Ordenó que los pacientes del IGSS, que atendía la Unidad y que pagaba por ese servicio, fueran trasladados inmediatamente al Centro de Hemodiálisis de Cohen, firma que durante varios gobiernos ha sido la proveedora principal de medicamentos y material médico-quirúrgico al gobierno y a la iniciativa privada, cuyo monto de ventas se calcula en la bobería de 200 millones de quetzales MENSUALES.

En esa época Unaerc cobraba al IGSS Q300.00 por unidad para los pacientes y Cohen pasó a cobrar Q1,000.00 por unidad. Lógicamente, se repartían la diferencia entre los principales. Para esconder este delito despidieron al gerente de Unaerc, Unidad que recientemente tomó Roxana Baldetti para darlo a Pisa y mataron a varios pacientes. Sandra fue la primera en meter las manos profundamente dentro de ese “negocio”.

Para retirar del cargo al Gerente crearon y publicaron en el Diario Oficial el acuerdo ministerial No. 615-2010 que cambia las calidades del gerente General a ser ahora un profesional de las ciencias médicas, lo cual es erróneo, porque un médico es médico, no es un especialista en administración. Sin embargo, allí pudo verse cuáles eran las verdaderas intenciones de esta estructura criminal incrustada dentro del ministerio de Salud Pública y la Presidencia de la República. Coincidentemente, el Presidente y representante legal del Consejo de Administración de Unaerc, Douglas Romualdo Guerrero Rodas, médico, ocupó posteriormente el cargo de gerente general, donde puede verse con claridad cómo los sistemas de corrupción se incrustan en las instituciones gubernamentales o semiautónomas, en este caso dirigido por Sandra Torres, esposa del presidente Colom y fue denunciado en esta columna en abril de 2012.

Creo que el vicepresidenciable de Jimmy, doctor Jafeth Cabrera, exrector de la Usac, tiene un excelente currículo y puede perfectamente ser un buen mediador que daría un correcto balance a las decisiones y acciones del Ejecutivo. La vieja política debe cambiarse por una nueva política, porque la vieja política es la que tiene a Guatemala llena de estructuras mafiosas y en el estado catastrófico actual.

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