Juan de Dios Rojas

Al escribir estos renglones, el pensamiento raudo me conduce al extenso y feraz Valle del Polochic, ubicado en varios municipios altaverapacenses. Su fecundidad característica viene a ser objeto esencial para que sea comparado con el Nilo guatemalense, cuyo abastecimiento trasciende más allá de las fronteras del antiguo Tezulutlán posteriormente conquistado por los frailes dominicos.

Debe subrayarse con toda la fuerza del caso el singular hecho concerniente a su productividad, al ciento por ciento. Esfuerzos comparados a plena satisfacción de miles de brazos campesinos, con una mayoría del grupo social q´ekchí, plenos visualizados de espíritu agrario como identificación segura.

El valle, referente es que el suelo tiene irrigación sin falta alguna por el mismo río Polochic, nombre eufónico desde remotos tiempos, en condición apropiada en notorio beneficio poblacional de crecimiento enorme, según datos estadísticos verificados. Existe considerable inversión de capitales, bajo -esperanzas compensadas por óptimas cosechas, dignas de firme decisión.

Pero el histórico Valle del Polochic tiene una fase de tragedias sucesivas, quema de la ranchería, uno de los mínimos haberes de sus habitantes; masivos asesinatos que disputan y tratan de resolver la problemática rural. Cabe una expresión antañona que define: «Hay miles de brazos sin tierra y también miles de tierras sin brazos» El constante quebradero de cabezas vigente.

Merece dejar constancia que el prolongado río Polochic, tras llevar consigo el líquido vital en jurisdicción municipal de Tactic, Santa Cruz Verapaz y San Cristóbal Verapaz, Cobán, recibe estos ramales a título de afluentes. A partir del poblado de Cahabón su caudal conforma un fuerte afluente; luego entonces ya unidos concluyen desembocando en Panzós, puerto fluvial histórico.

No podría dejar en el tintero un hecho, asimismo histórico del campo musical como aludir a la pieza musical, cuyo título es del foxtrot: Río Polochic, inspiración gustada de los amantes de la marimba, del fecundo compositor José Rodolfo Narciso Chavarría, que vio la luz primera en la villa de San Cristóbal Verapaz, su cuna que fue conmemorada en el centenario de sus natales.

A lo largo del Valle aludido, empresarios alemanes instalaron el ferrocarril Verapaz cuyo punto de partida era San Miguel Tucurú y restantes estaciones, hasta concluir precisamente en el puerto fluvial de Panzós, posterior conexión con Río Dulce y Livingston, con enlace también con Puerto Barrios y recientemente con el moderno Santo Tomás de Castilla, en el Atlántico.

En resumen, el mencionado Valle del Polochic, aún representa un problema de acciones complicadas, donde ha corrido sangre de connacionales a borbotones. Una sucesión de gobiernos en cadena incurrieron, empero no hay manera que encuentren lo antes posible la necesaria, conveniente y urgente solución definitiva. El Valle del Polochic amerita salir del atolladero vigente.

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