Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

El 2 de junio, la Fundación Esquipulas efectuó un diálogo sobre reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. El expositor principal, Daniel Zovatto expresó aspectos que se están debatiendo sobre esta norma, la cual, desde su vigencia hace 30 años ha sido modificada solo dos veces.

El experto hizo énfasis en que el criterio de oportunidad que se presenta no debe ser desaprovechado, debe comprenderse que el actual Congreso de la República está más permeable hoy para recoger las propuestas de la ciudadanía, del Tribunal Supremo Electoral y de los sectores que dentro de un año. Si no se aprovecha la circunstancia puede suceder que lleve años el discutir, aprobar, dictaminar y publicar cualquier reforma. Indicó que las universidades y la sociedad civil son quienes mejor que nadie tienen que garantizar “que la agenda de la reforma no termine siendo cooptada y tergiversada”.

La Fundación Esquipulas invitó a participar a un buen número de entidades que se hicieron representar por diferentes ciudadanos. Algunas intervenciones fueron interesantes y oportunas, ejemplo la realizada por Álvaro Pop en representación de Naleb´; la de Phillip Chicola, en representación del CACIF y la de Carlos Cerezo de ASOLINDES. Otras personas intervinieron tratando de llevar agua a su molino, algunas inclusive fueron poco acertadas como la opinión que expresó por el CIEN, María del Carmen Aceña, que se salió del tema y planteó reformas a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo, evidenciando su desconocimiento por cuanto esa norma es una ley estatutaria que se da así mismo el Congreso de la República. Por parte del Tribunal Supremo Electoral intervinieron cuatro magistrados, evidenciándose la experiencia y conocimiento del licenciado Julio Solórzano.
Los guatemaltecos sabemos que en río revuelto se produce la ganancia de los pescadores, el tema de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos no es la excepción. Algunos comentarios que se han hecho públicamente evidencian ignorancia o mala fe. En ese sentido, Edgar Gutiérrez del Ipnusac expresó, en un foro televisivo, que debería evaluarse el retrasar el calendario de elecciones generales que el TSE decretó, publicó y está vigente. Esta opinión, secundada por su compinche Víctor Hugo Godoy, no puede pasar desapercibida, especialmente si se está hablando en nombre de la Universidad de San Carlos o de uno de sus órganos. Basta consultar el artículo 196 de la Ley Electoral, “de la convocatoria”, en donde se señala que corresponde al Tribunal Supremo Electoral convocar a elecciones. El decreto de convocatoria a elecciones generales y diputados al Parlacen, se deberá dictar el día 2 de mayo del año en que se celebren dichas elecciones, con base en la convocatoria las elecciones se efectuarán el primero o segundo domingo de septiembre del mismo año”.

Dicho artículo ha sido reformado en dos oportunidades considerando que en el mes de septiembre la mayoría de la ciudadanía se encuentra en el distrito electoral en que vota, evitando así que pueda manipularse con las fechas, que la población campesina en extrema pobreza no pueda retornar al lugar donde le corresponde votar si las elecciones se realizaran en tiempos de cosechas agrícolas.
¡Guatemala es primero!

 

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