Marco Tulio Trejo Paiz

Un año y pocos días quedan para que los alcaldes de todo el país terminen el período de funciones que legalmente tienen asignado.

La mayoría de esos funcionarios no ha cumplido las promesas hechas durante la campaña político-electoral que los catapultó…

El alcalde de Mixco es uno de los que no ha realizado obras significativas de una labor positiva para la comunidad, y eso es opinión bastante generalizada en la jurisdicción.

Citaré un ejemplo totalmente negativo. Los vecinos, por medio de la Asociación Pro Mejoramiento del sector, le han pedido mil y tantas veces al alcalde Pérez Leal, que por cierto es hijo del presidente de la república, la solución de ingentes problemas que se han eternizado en la Colonia Cotió, entre ellos los drenajes y el posterior arreglo de las pocas y pequeñas calles y avenidas.

En la Colonia Cotió existen empresas industriales en las que diariamente entran y salen pesados “tráileres”, como de media cuadra de largo, los cuales son los que más han causado la ruina casi total de la 4ª. avenida “B”.

La avenida donde funciona Maycom, que extiende licencias de conducción, también está en mal estado; no tiene drenajes, pero al menos una parte está adoquinada.

Pérez Leal empeñó su palabra hace unos meses para arreglar la 4ª. avenida “B” de la colonia de referencia. Dijo que en septiembre lo haría, pero pasó ese mes y siguió ofreciendo que en octubre y nada, luego que a principios de noviembre comenzarían los trabajos y, asimismo, nada efectivo. ¿Qué confianza puede merecer del vecindario un alcalde como el aludido?

Si en el sillón del jefe del ayuntamiento mixqueño estuviere arrellanado un alcalde consecuente con los vecinos, de loables iniciativas, emprendedor y capaz como don Álvaro Arzú, actual alcalde metropolitano, otro sería el cantar, pero… ¡qué bah, Sancho amigo!!!

Llegará a su fin toda la serie de situaciones desastrosas de este municipio casi tragado ya por la capital, que el señor Pérez Leal no dejará ni una obra distintiva ¡Sí, señores!!!

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