Walter Juárez Estrada

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En todos los gobiernos la crisis hospitalaria ha perjudicado a miles de guatemaltecos, por los grandes focos de corrupción,  es urgente que en esta administración con una visión diferente de regímenes que le han antecedido, se encuentre la vía más real para conjurar los grandes daños que se le causa al paciente que se ve forzado a comprar sus medicamentos con costos elevados, que sería por supuesto una obligación de las autoridades, hallar la forémula que los afectados  no se vean atrapados en esa corruptela que ha enriquecido a funcionarios de salud, empresarios de cuello blanco y  políticos ligados al estado.

En el gobierno de Alejandro Giammattei, la corrupción a elevados niveles y él siendo médico de profesión, no puso atención a la crisis hospitalaria y de alguna manera la consintió y se beneficio. La deuda de arrastre que por años tiene la red hospitalaria tiene varios años. Los proveedores en varias ocasiones se han negado a entregar medicamentos, por esas millonarias deudas, y ahora con una administración diferente  y con los pésimos antecedentes de los regímenes pasados, se hacen los mayores esfuerzos para  saldar las deudas que llevan a elevados millones.

La saturación de pacientes en todos los hospitales nacionales es otra crisis mayor. En fecha reciente, el Hospital General San Juan de Dios, se quedó sin energía eléctrica, por fallas en las plantas del servicio y hubo necesidad de trasladar  los pacientes a otros centros, Roosevelt, Antigua Guatemala y Villa Nueva, entre otros, perjudicando  los  enfermos  y a sus familiares.

Giammattei, con gran alaraca,  inauguró el hospital nacional de Chimaltenango, con donaciones que le dio un país asiático, pero la sorpresas fuera mayor a los pocos meses, que el ex viceministro de hospitales, el director de ese centro y otros corruptos, se habían apoderado de varios millones asignados al  referido hospital y hasta hoy, la incapacidad del Ministerio Público, con el apadrinamiento de los jueces corruptos, no han condenado a los ex funcionarios de esos centros,  es urgente que se proceda con arreglo a derecho y se les obligue dentro de la ley, a devolver los millones que se robaron y que debería parcialmente paliar la grave crisis hospitalaria que ha tenido por años la red hospitalaria en todo el país, que muchos pacientes prefieren endeudarse o bien morir y no exponerse a la corrupción que en los últimos  cuatro gobiernos, fue una razón para que en los recientes comicios les dijera no por corruptos y ladrones del erario nacional.

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