Walter Juárez Estrada

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Walter Juárez Estrada

La tecnología que quiere implementar el Tribunal Supremo Electoral para las elecciones del año entrante ha generado desconfianza y dudas reiteradas de un grupo de organizaciones académicas y guatemaltecos que abiertamente se han opuesto y demandan que se desista de esa tecnología. En las elecciones generales donde resultó electo Alejandro Giammattei, se detectaron fallos de forma y de fondo en las computadoras. Los resultados dieron lugar a que los magistrados de esa época destituyeran a los encargados de ese proceso y de abrir causa penal contra dichos exfuncionarios y los magistrados, acciones que no prosperaron por la negligencia del Ministerio Público, que no presentó las pruebas en los tribunales.

El «fraude que podría registrarse en las elecciones del 2023, ha encendido las alarmas en esas agrupaciones que demandan que el TSE dé marcha atrás a esa tecnología y evitar que el evento no tenga objetividad y no de confianza al electorado, que en varias ocasiones se ha manifestado que no confía en las autoridades electorales por su marcado parcialismo y por la forma en que fueron electos los magistrados que presentaron su currículo profesional alterado.

Dan por sentadas las 32 entidades que sustentan esa pretensión que, «una de las fortalezas de la democracia desde 1983, es el sistema descentralizado». La presidenta del TSE, señora Irma Palencia no le dio importancia a esas exigencias del procedimiento que se implementara no da lugar a dudas». Uno de los firmantes de esa petición qué despierta sospechas, la compra «express» del equipo tecnológico y son varios millones que tendrá su costo y con razón ha pedido a la Contraloría General de Cuentas, auditar los millones que se gastaran en las elecciones próximas, pues en esas compras sin control, origina dudas.

Si el TSE no da marcha atrás a esa tecnología da lugar que las elecciones próximas se sustancien en los órganos jurisdiccionales y en última instancia en la Corte de Constitucionalidad, al sospecharse que el evento fue viciado y no da credibilidad como ha sido usual y recurrente en los últimas procesos electorales y originara abstencionismo porque para la mayoría de los guatemaltecos, existe la desconfianza en el proceso electoral, porque ningún candidato hasta hoy, merece la credibilidad del elector existe y con razón de la población par el marcado parcialismo de los magistrados, que al igual que todos los organismos del Estado están al servicio del presidente Giammattei, que ha hecho arreglos con dirigentes políticos como Sandra Torres, que en el pasado era una de sus adversarios políticos que no rechazaban.

Si efectivamente en Guatemala impera una genuina democracia y se quieren elecciones que representen al pueblo y con dignatarios dignos, idóneos y decentes el Tribunal Supremo Electoral, debe interpretar lo que el guatemalteco honrado quiere y en las elecciones del año entrante, se debe rechazar a los corruptos que son financiados por narcos que tienen el control de todas las entidades públicas, porque sobornan con sumas millonarias sin importarles el país.

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