Mi solidaridad con el colega José Rubén Zamora, criminalizado injustamente.

 

Tras un largo y complejo proceso legal, que llegó hasta la Corte de Constitucionalidad, la empresa minera Elevar Resurces, dueña del proyecto aurífero Cerro Blanco, fue derrotada legalmente por la Resistencia Miteca, y la Consulta Municipal de Vecinos, que rechazó la extracción minera en Asunción Mita, sigue siendo legal y legítima.

 

La batalla legal de la Resistencia Miteca no ha sido fácil pues, además de enfrentar a una empresa minera trasnacional, tuvo que encarar la oposición de la Cámara de Industria, y la del gobierno de Alejandro Giammattei, representada por la Procuraduría General de la Nación (PGN) y los Ministerios de Ambiente y el de Energía y Minas. En este litigio entre David y Goliat, ganó la resistencia organizada entre la Iglesia Católica, la Corporación Municipal y la sociedad civil de Asunción Mita. De por si este es un logro meritorio, pero lo es más por alcanzarlo en medio de la contienda electoral, y en una coyuntura en la que el aparato de justicia ha tendido a favorecer los intereses políticos y económicos de los sectores dominantes.

 

El litigio estratégico inició hace 16 años, en 2007, durante el gobierno de Oscar Berger, cuando se aprobó a la minera Entremares S. A. la licencia de explotación y los inconsistentes estudios de impacto ambiental para extraer oro en el proyecto Cerro Blanco, los cuales fueron cuestionados mediante una oposición administrativa por el Colectivo Ambientalista Madre Selva, acción legal que fue ignorada por el gobierno de turno.

 

La planeada explotación de 2.4 millones de onzas de oro y 10 millones de onzas de plata, que les dejaría una ganancia multimillonaria, no ha sido posible por la alta temperatura de los vapores en las galerías y túneles. Según la ley, una licencia de explotación debe ser cancelada si en dos años la minera no ha iniciado operaciones; en este caso, mediante coimas e ilegalidades, la han mantenido vigente durante 16 años, aduciendo que la mina está “en mantenimiento”, figura que legalmente no existe.

 

El Proyecto minero original fue vendido a la empresa Elevar Resources, que pretende modificar la licencia para efectuar minería a cielo abierto, una industria que provoca enormes impactos contaminantes, por la aplicación de tóxicos para la lixiviación del terreno mediante el uso de cianuro, mercurio y ácido sulfúrico, que permiten separar el mineral precioso del material excedente.

 

El proyecto Cerro Blanco amenaza con contaminar gravemente el río Ostúa, que desemboca en el lago de Guija, el cual es tributario del río Lempa, del cual se abastecen millones de salvadoreños, por lo que se generaría un conflicto internacional.

 

Frente a esta amenaza ambiental y social, los ciudadanos de Asunción Mita decidieron ejercer su libre determinación y solicitaron a la Corporación Municipal una Consulta de Vecinos, al tenor de lo establecido en el Código Municipal. El Consejo Edil accedió y nombró una Comisión Específica, con representantes sociales, municipales y religiosos, para encargarse de las labores de coordinación. Esta Comisión elaboró una propuesta de reglamento para la Consulta, la cual fue conocida, reformada y aprobada por la Corporación Municipal, por lo que no se delegó la función pública.

 

El 18 de septiembre de 2022, la ciudadanía de Asunción Mita, Jutiapa, ejerció su libre determinación y, en el marco de una Consulta Municipal de Vecinos, dijo NO a la minería. El NO fue abrumador, alcanzando 7,481 votos, equivalentes al 87.98% de los sufragios válidos, contra los escuálidos 904 votos que apoyaron a la minera. Por haber superado el 20% del padrón, los resultados de la Consulta son vinculantes para las autoridades municipales, las que no podrán autorizar ninguna licencia de construcción, de vialidad o de uso de agua en el municipio.

 

A pesar de todo el andamiaje jurídico y la jurisprudencia existente, que le da legalidad y legitimidad a la Consulta de Vecinos en Asunción Mita, el gobierno de Guatemala se apresuró a declarar que no reconocía la legalidad y el carácter vinculante de la consulta citada. Además, un vecino de Mita interpuso y obtuvo un amparo provisional en contra de la Comisión Específica y la propuesta de reglamento, instrumento que nunca cobró vigencia. Por su parte, la empresa minera presentó ante la CC un recurso de inconstitucionalidad, contra tres artículos del borrador de reglamento, pendiente de resolverse.

 

Los asesores legales de la Resistencia Miteca debieron evacuar una serie de incidentes que, por razones de espacio, no es posible relatar, pero demostraron que la acción de amparo se presentó extemporáneamente y no llenó los presupuestos procesales que la ley exige. Por estas razones, la CC declaró improcedente, primero, el amparo provisional otorgado por el Tribunal de Amparo de Primer Grado de Jutiapa, y luego anuló el amparo definitivo otorgado por el mismo Tribunal de Jutiapa, conminándolo a que resuelva conforme a Derecho.

 

En Guatemala, como en el resto del mundo, la minería es una actividad que genera grandes costos sociales y ambientales, y deja muy escasos beneficios. Esto es así desde la Colonia, donde siempre se impuso la concepción extractivista, esclavizando y sobreexplotando a los trabajadores, y trasladando la riqueza fuera del país, dejando muerte, desolación y contaminación. Extractivismo, corrupción, daño ambiental e impunidad es una cuadriga que cabalga por doquier y no reconoce ideología. La reproducen, sin rubor, empresas capitalistas y muchas que son solapadas por Estados socialistas, como las de origen chino que extraen ilegalmente oro en Bolivia, al amparo de cooperativas de mineros artesanales, sin estar registradas, sin pagar impuestos y sin respetar el medio ambiente.

 

La usura y ambición de los mineros no conoce límites, por lo que sobornan a funcionarios y jueces para tratar de imponer sus intereses, pero el Pueblo de Asunción Mita ha resuelto que el proyecto Cerro Blanco no va, derrotando a la empresa minera en el plano legal y el ámbito ciudadano, mediante la Consulta Municipal de Vecinos.

 

La Resistencia Miteca, sin confiarse, celebra una nueva victoria contra el extractivismo minero, entonando la consigna: ¡Asunción Mita ni se ahueva, ni se agüita!

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